Consejo práctico

El peligro de guardar los huevos en la puerta de la nevera, según una nutricionista: «Mejor en las baldas superiores»

Parece que estamos guardando mal los huevos: el peor sitio de la nevera para conservarlos es la puerta y esta es la razón argumentanda.

La nutricionista Beatriz González recomienda cómo guardar los huevos. pexels
Por qué no hay que guardar los huevos en la puerta de la nevera
Ana Pizarro
Ana Pizarro

Si nos damos un paseo por la mayoría de los frigoríficos de las casas españolas (y, seguramente, también en otros países) encontraríamos diferentes alimentos, diferente orden y diferentes formas de ordenar, pero siempre habría algo en común en la mayoría de ellos: los huevos en la puerta de la nevera.

Es una costumbre tan arraigada en nuestra cultura que, incluso, cuando compras una nevera nueva esta ya viene con el accesorio de la huevera puesto directamente en la puerta (o preparado para que tú lo coloques ahí). Así que es lógico pensar que esta es una costumbre bien pensada. Son frágiles, necesitan el frío para conservarse (o eso creíamos hasta ahora), así que, colocarlos en una balda hecha huevera en la puerta de la nevera tendría todo el sentido del mundo.

Ahora bien, ¿por qué nosotros guardamos los huevos en la nevera nada más comprarlos si en los supermercados los colocan como si fueran leche, fuera de cualquier fuente de frescor? Esta es la misma pregunta que ha lanzado una nutricionista en sus redes sociales. La misma que ha explicado por qué poner los huevos en la puerta de la nevera no es la práctica más idónea. O no si, al menos, lo que queremos es que aguanten más tiempo en buenas condiciones.

Por qué los huevos deben estar en la nevera

Beatriz González, nutricionista y vocal del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid, ha explicado en un vídeo en su cuenta de Instagram que en los supermercados españoles siempre encontramos los huevos a temperatura ambiente para no dañar su cutícula. «Los huevos tienen una cutícula, que es una piel muy fina que va por dentro de la cáscara, que los protege, entre otras cosas, de la salmonella que puede estar en la parte exterior de la cáscara», explica la profesional. «Esta cutícula se puede romper con los cambios bruscos de temperatura y el huevo se podría contaminar así que, para evitar esto, los supermercados suelen ponerlos a temperatura ambiente porque suele ser más estable», continúa.

Ahora bien, a su juicio, aunque en casa también podrían mantenerse a temperatura ambiente, se recomienda ponerlos en la nevera para que se mantengan más frescos: «El frío contribuye a que el huevo mantenga una clara más densa y una yema más centrada», argumenta Beatriz.

Por qué no debes guardar los huevos en la puerta de la nevera

Ahora bien, que podamos guardarlos dentro de la nevera no significa que tengan que estar en la puerta de la misma. De hecho, tanto ella como otros expertos en nutrición coinciden al admitir que el peor sitio en el que pueden estar los huevos dentro de la nevera es en la puerta. «Espero que no guardéis los huevos en la puerta del frigorífico porque es el lugar donde hay más fluctuación de temperatura«, dice Beatriz.

Por eso, es clara al admitir el mejor sitio: «Siempre mejor en las baldas superiores», explica en los comentarios de la publicación. «Y, además, siempre al fondo», dice. O sea, que el mejor sitio para guardar los huevos es en el fondo de las baldas superiores de la nevera.

Algo con lo que está de acuerdo el Ministerio de Consumo e, incluso, el nutricionsita Diego Ojeda, que también habló de este tema en sus redes sociales. «Si se guardan en el frigorífico, es mejor guardarlos siempre al fondo», decía este experto.

Además del tema de dónde guardar los huevos, también te contamos ya que estamos cocinando mal los huevos y que puede repercutir en nuestra salud, así que, aquí te indicamos cuál es la forma correcta de hacerlo, según la OCU.

HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.