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Para la decoración de las mesas, Laura Ruano Gamella, de Naranjas de la China, propone infinitos caminos textiles. En ellos, las porcelanas pintadas a mano se alternan con frutas frescas y, por supuesto, con flores de colores ácidos y cítricos, acompañados de tonalidades magentas, fucsias y frambuesas.
Composición en tonos frambuesa de Naranjas de la China para Finca el Campillo.
Para acompañar sus creaciones, en Cotton Candy & Cia utilizan latón, mimbre y madera; en Brumalis, copas de barro, y en Tiësto, cestas y capazos. Así, cuando los efímeros ramos desaparecen, permanece su recuerdo. Por eso triunfan las cestas de picnic de Sally Hambleton, con flores... y todo lo necesario para merendar en el campo.
Cesto y flores de Cotton Candy & Cia.
Los artistas de Floreale, Flowers By Bornay y Casaflorida, entre otros, coronan a la peonía como reina de la temporada. "En tonos rosa claro o blanco, tiene una belleza clásica, delicada y sofisticada", dice el interiorista Jaime Beriestain.
Mix de peonías de Flowers by Bornay
Despídete de composiciones estudiadas al milímetro: nos dicen en Búcaro que los ramos de la temporada no solo son silvestres, sino que deben parecer "lo más naturales posible, de tonos verdes con algún golpe de color y un toque salvaje". Isabel Marías (antes conocida como Elisabeth Blumen, artífice de la celebrada flowershop de Loewe en Madrid) vaticina que "los arreglos florales integrarán cada foraged flora, es decir, ramas y flores cogidas en el campo, no compradas".
Ramo campestre de Búcaro, en Madrid.
En la última edición de Casa Decor nos enganchamos a la botánica de otros mundos: estos hipnotizadores jardines encapsulados de Monamour Natural Design para el espacio de Escenium Interior Design. Las esculturas orgánicas de flores naturales estabilizadas no requieren ningún mantenimiento y marcan la senda que querremos seguir en cocinas y baños: pequeños jardines encerrados en campanas y columnas de metacrilato que duren para siempre (o casi).
Jardín de Monamour Natural Design en el espacio de Escenium en CasaDecor.
El florista Carlos de Troya, toda una referencia en Madrid, nos desvela los dos juegos cromáticos que arrasarán en la decoración floral durante la temporada primavera-verano: "Por un lado, tenemos una paleta asilvestrada y desordenada, en la que prima la mezcla de colores; y por otro, veremos muchas composiciones monocromáticas, en las que predominará, en cambio, el juego entre diferentes texturas".
Mezcla de tonalidades, en una propuesta de Carlos de Troya.
Según Mintel Trends, un observatorio global de tendencias de consumo, las plantas son para los millennials casi como hijos que no pueden permitirse tener; y, además, la jardinería les brinda el contacto con lo terrenal que lo digital les impide. Las firmas de decoración han empatizado con esta tendencia universal e incorporan a sus catálogos cada vez más accesorios low cost. El objetivo: que los niños green del siglo XXI se permitan cuidar, y exhibir con orgullo, sus queridas plantas.
Terrario colgante en cobre, de Primark (6 euros).
Las ramas de los árboles son pura poesía. Y en la temporada que empieza veremos mucho (y desearemos más) el toque majestuoso pero casual de las ramas de frutales como almendros, manzanos o, sobre todo, cerezos (en japonés, sakura). Nos cuenta Jaime Beriestain que su belleza funciona igual de bien cuando están floreciendo que cuando asoman ya las pequeñas frutas. "Una sola rama bonita puede ser suficiente para crear un efecto visual impactante", asegura el interiorista.
Decoración de Jaime Beriestain para una vivienda de Barcelona.
Los jardines colgantes sustituyen a los verticales cuando queremos un interior bucólico, impactante y florido, en el que la falta de espacio no sea un problema. Las poéticas creaciones que hemos visto en varios proyectos de Jaime Beriestain nos invitan a soñar despiertos.
Floreros suspendidos, en otro proyecto de Jaime Beriestain.