Cómo cuidar tus lirios para que tengan flores preciosas toda la primavera y el verano

Ana Calvo Publicado · 16 de abril de 2025, 17:37 h

Entre todas las plantas bonitas que podemos cuidar de manera sencilla en nuestra casa, los lirios son unos de los grandes favoritos. Aptos tanto para interior como para el exterior, destacan por la belleza de sus flores, por su fragancia embriagadora y, también, por el simbolismo que encierran.

También conocido como flor de Lis o azucena (sí, son la misma flor), el lirio procede de zonas de climas templados de Asia y Europa y es una planta que ha estado rodeada de un simbolismo casi mágico desde la Antigüedad. Tanto, que en Egipto y en Grecia se usaba como una ofrenda para los dioses y, también, como plantas medicinales.

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Tal y como explican desde Colvin, «los lirios simbolizan la pureza, la inocencia y la virginidad, pero sorprendentemente también puede tener un significado completamente inverso: la tentación de las pasiones y el erotismo«. Además, el uso de la flor de Lis en la heráldica ha sido habitual en las dinastías reales (en Francia y España, por ejemplo), por lo que también están asociados al poder, la lealtad y el honor. En la cultura china también representa la abundancia y el amor.

Además, dada su gran gama de colores (poseen más de 100 variedades naturales), cada tono de lirio tiene asociado un significado diferente, y durante siglos han sido utilizados como portadores de mensajes 'secretos': los blancos, son sinónimo de pureza, inocencia y belleza; los amarillos, de felicidad en el amor, gratitud y alegría; los rojos, de amor y seducción y los naranjas, de pasión.

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Aunque algunas variedades presentan rizomas, el lirio es una planta bulbosa de hojas perennes cuyos bulbos tendremos que plantar en primavera, «enterrándolos a unos 8-10 centímetros de profundidad y regarlos una primera vez, mojando toda la zona que rodea el bulbo sin encharcarla», según explican desde Interflora. Después, los colocaremos cerca de una fuente de luz natural donde reciba los rayos del sol y vigilaremos que no se seque la tierra.

Los lirios son flores muy resistentes y agradecidas y, una vez han empezado a crecer, pueden cultivarse tanto en interior como en exterior, se pueden plantan en maceta o directamente en el suelo y, además, pueden aguantar temperaturas de hasta 20 grados bajo 0.

Eso sí, para que florezcan todos los años desde la primavera hasta final del verano deberemos tener en cuenta una serie de pautas de cuidados fáciles en cuanto a ubicación, frecuencia de riego, tipo de suelo abonado y exposición a la luz se refiere.

Lo primero que debes tener en cuenta cuando busques su ubicación es que a los lirios les gusta la luz y el sol, las temperaturas suaves (entre 15 y 20 grados) y las zonas bien ventiladas. Y aunque toleran bien el frío intenso, es mejor que no estén expuestos a corrientes fuertes de aire que estropeen sus exuberantes flores.

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Los lirios tampoco son muy exigentes en cuanto necesidad de agua se refiere. No necesitan un riego intenso, bastará hacerlo cuando el sustrato esté seco, con una pauta general de, aproximadamente, una vez por semana en primavera, otoño e invierno y dos veces por semana en los meses de calor más intenso.

Por último, los lirios o azucenas (o flores de Lis) son plantas que se adaptan a prácticamente todos los tipos de suelo, solo necesitan que este esté siempre húmedo (pero no encharcado), bien ventilado y drenado. Además, podrás añadir un fertilizante orgánico-mineral al agua de riego un par de veces al año para que florezca más y mejor.

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