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Si buscas un diseño clásico y atemporal, de esos que son un acierto seguro y que encajan bien en cualquier espacio, te recomendamos la silla Ingolf de IKEA, disponible en varios colores por 50 euros.
Inspirada en la famosa silla DSW que Charles y Ray Eames crearon para el MoMa de Nueva York en 1950, el modelo Fanbyn de IKEA cuesta 45 euros.
Elegantes, sencillas y muy cómodas, las sillas Ekeladen de IKEA (disponibles en cuatro colores) cuestan 50 euros.
La silla Kättil de IKEA (disponible en blanco y en negro) nos encanta no solo por su comodidad y su diseño minimalista: llevan fundas que podemos cambiar cuando queramos... y meter en la lavadora. Y cuestan 49 euros.
La colección Ivar de IKEA es una de nuestras favoritas. De líneas muy sencillas y con su característico acabado en madera natural, nos permite un millón de transformaciones. Por esto, esta silla de comedor (29 euros) es la mejor para pintar y decorar a tu gusto.
El modelo Stefan es otro básico que funciona a las mil maravillas en cualquier espacio. Y son baratísimas: 29 euros.
La silla Lerham, disponible en varios colores, encaja en cualquier estilo, es fácil de combinar, puedes elegir su tapizado para adaptarla al resto de decoración de tu salón-comedor y es muy barata: 45 euros.
En este caso, la silla Svenbertil de IKEA (29 euros) se inspira en la Ant Chair que Arné Jacobsen diseñó en los años 50 para Fritz Hansen. Si lleva más de medio siglo siendo un éxito del diseño, por algo será...
Para dar un toque de color y poner acento retro a tu salón comedor, nos quedamos con la silla Leifarne de IKEA (50 euros), un modelo tan cómodo que también podrás usar en la oficina.
Y para espacios pequeños, ninguna mejor que la silla de comedor Janinge de IKEA: disponible en blanco o en amarillo, son apilables, por lo que las podrás guardar cuando no las utilices sin quitarte nada de sitio.