Beber poca agua y otros tres fallos que pueden acabar en lesión

Es algo tan básico que muchos creeríamos que no es necesario de contar. Pero si hay una norma que se puede aplicar a cualquier situación en la vida es: nunca asumas. Así que hoy te explicamos por qué es importante beber agua, sobre todo si practicas deporte.

Beber poca agua es peligroso. El esfuerzo muscular induce a la pérdida de líquidos y minerales a través el sudor. Al hacer ejercicio físico, el agua refrigera el organismo y da cuerpo a la sangre, algo vital para aportar nutrientes a las células musculares y, posteriormente, eliminar el ácido láctico. Pero, además, el agua es el que lubrica las articulaciones, así que si el músculo está deshidratado puede lesionarse. La deshidratación pone en riesgo la transmisión nerviosa, la contracción muscular y la regulación de los niveles de pH, y genera un aumento del gasto cardíaco.

¿ Cuánto hay que beber para no lesionarnos?

Los expertos recomiendan entre 50 y 100 mililitros de líquido, a ser posible cada 15 o 20 minutos.

Pero no solo la deshidratación es peligrosa, la falta vitamina D puede provocar una fractura ósea. Esta vitamina es necesaria para absorber el calcio. Así que si eres deportista será conveniente que aumentes tu consumo de pescados azules (como el salmón y el congrio) y te expongas a la luz del sol.

La proteína es elemental para evitar la rotura muscular. Está comprobado que la proteína es necesaria para la formación muscular. Si no hay materia prima, después de un entrenamiento el músculo no se repara adecuadamente, se queda debilitado y más propenso a romperse en momentos de esfuerzo.

El sodio es otro mineral necesario en nuestro cuerpo. La hiponatremia es una concentración de sodio en sangre por debajo de 135 milimoles, cuando lo normal es entre 135 y 145. Entre sus síntomas destacan la confusión, la desorientación, el hinchazón y el edema en las manos y los tobillos, y, en los casos más severos, el edema cerebral y el fallo respiratorio. La hiponatremia puede ser consecuencia de una sudoración excesiva o muy prolongada.