vivir
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Este iba a ser el año del surf, el verano en el que los Juegos Olímpicos de Tokio iban a dar el espaldarazo definitivo al deporte acuático más vistoso y audaz. Que nos enamorásemos de este deporte era uno de los objetivos de Garazi Sánchez mientras competía para clasificarse en los Juegos. Pero llegó el coronavirus y todo cambió… menos el espíritu de la capitana de la Selección Española de Surf. “Es la primera vez que el surf compite como disciplina en unos juegos y es un sueño que no voy a dejar pasar”, asegura la surfista vasca. No dudamos que el año que viene logrará su objetivo.
El tesón, la disciplina y la capacidad de superar las adversidades son las cualidades que han convertido a Garazi Sánchez en la deportista de élite que es hoy. Una mujer que empezó a surfear con ocho años y ahora, 20 años más tarde, continúa pasando más tiempo dentro del mar que fuera de él. Y que a pesar de tener que ser rescatada de tiburones o superar un accidente en el mar que le obligó a aprender de nuevo a andar nunca se rindió. No solo consiguió caminar de nuevo, también volvió a la tabla de surf tan solo un año después de estar postrada en aquella cama de hospital con las piernas paralizadas.
Y volvió con las energías renovadas, el mismo hambre de surf, el objetivo de clasificarse para los Juegos e, incluso, un documental bajo el brazo sobre el estado de los mares y océanos titulado Vergüenza.
No es extraño que con todos estos atributos Subaru, el patrocinador de la Superliga Siroko de Surf, la haya escogido como una de sus embajadoras. Y tampoco es extraño que nosotros la hayamos escogido por unanimidad como nuestra inspiración para este verano en el que muchos de nuestros objetivos han quedado aplazados, pero no olvidados.