La influencer Grece Ghanem en la playa. INSTAGRAM @greceghanem

Brisk walking: por qué caminar a paso ligero fortalece el corazón a los 50 mucho más de lo que imaginas

¿Conoces el brisk walking? Es algo así como caminar a paso ligero y un nuevo estudio ha evidenciado que fortalece mucho más el corazón de lo que podrías imaginar. Si tienes más de 50 y quieres empezar a hacer ejercicio, esto es lo que necesitas.

Un nuevo estudio a gran escala ha descubierto quehacer brisk walking (caminar a paso más rápido) puede reducir el riesgo de arritmias casi a la mitad si se compara a caminar a un ritmo pausado. Ya se sabía que la actividad física reduce el riesgo de arritmias y otros tipos de cardiopatías, pero esta evidencia científica propone un escenario que sin duda debes explorar si tienes más de 50 años y quieres empezar a hacer ejercicio para activarte.

Caminar despacio sigue siendo mejor para la salud que pasar el día en estado sedentario, pero este nuevo estudio demostró que caminar a un ritmo más ligero proporciona una protección cardiovascular adicional. Los problemas del ritmo cardíaco, llamados arritmias, contribuyen significativamente a las cardiopatías, el paro cardíaco repentino y la discapacidad. Y existe un efecto claro asociado al paso de los años y el sedentarismo.

Dar más pasos al día (cualquier número superior a 2.200) ya se relaciona con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte. El nuevo estudio en cuestión nació con el propósito de profundizar un poco más y comprobar si la velocidad a la que se camina influye en la probabilidad de desarrollar arritmia cardíaca.

Los investigadores identificaron a más de 420.000 participantes que proporcionaron información sobre su velocidad al caminar mediante cuestionarios. Los participantes tenían una edad promedio de 55 años, donde más de la mitad (55%) eran mujeres. Se excluyó a cualquier persona con arritmia al inicio del estudio.

Se dispuso de información sobre el tiempo dedicado a caminar y el ritmo de casi 82.000 personas que usaron monitores de actividad. Los investigadores definieron el ritmo al caminar de una manera bien pautada: lento (menos de 4,8 km/h), constante o medio (de 4,8 a 6,4 km/h) y rápido (más de 6,4 km/h). En general, el 6,5% informó de un ritmo lento al caminar, poco más de la mitad reportó un ritmo promedio y alrededor del 40% habló de un ritmo rápido.

Mejor para corazón

Los hallazgos del trabajo, publicados en la revista científica «Heart», han revelado que, en comparación con un ritmo lento al caminar, hacer brisk walking se asocia con un 35% menos de riesgo de arritmias cardíacas. En particular, para la fibrilación auricular, una velocidad constante se relaciona con un 38% menos de riesgo. A un ritmo rápido al caminar, el riesgo de cualquier arritmia fue un 43% menor en comparación con un ritmo lento, y un 46 % menor específicamente para la fibrilación auricular.

Mujer caminando por la playa. PEXELS

Caminar a paso rápido tiene muchos beneficios cardiovasculares, como ayudar a mantener un peso y una presión arterial adecuados, y ahora, gracias a este estudio, se observa un menor riesgo de problemas del ritmo cardíaco, explicaron los autores del trabajo. En definitiva, es mejor caminar más; y al caminar, es aún mejor hacerlo a paso rápido que simplemente caminar tranquilamente, y más a partir de los 50 años.

Además de reducir el riesgo de arritmias, caminar a paso rápido y constante también se relaciona con otras mejoras en la salud general, en comparación con caminar tranquilamente. Así, las personas que caminaban a un ritmo más rápido tienen menos probabilidades de tener colesterol alto, presión arterial alta, niveles altos de azúcar en sangre y aumento de peso, según los resultados observados.

Caminar rápido a los 50 años

Otra de las notas más destacadas del trabajo es ver cómo refleja que algunos grupos ven mayores beneficios al hacer brisk walking. Por ejemplo, los efectos protectores de caminar a paso ligero y constante fueron mayores en personas pertenecientes al grupo de mujeres con hipertensión arterial, dos o más enfermedades crónicas y sin obesidad.

No obstante, los autores de trabajo también han querido destacar que se requiere más investigación para comprender estos hallazgos obtenidos, pues algunos de ellos parecen contradictorios. Por ejemplo, no está claro por qué quienes no tenían sobrepeso ni obesidad parecieron beneficiarse más de hacer brisk walk.

La mayor asociación entre las mujeres también justifica una exploración más profunda. Las mujeres tienen menos probabilidades de sufrir fibrilación auricular que los hombres, pero poseen un mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares si la padecen. Por lo tanto, el hecho de que caminar a un ritmo más rápido sea aún más protector para las mujeres tiene una enorme relevancia.

Temas

Ejercicio