Sofrología, el ejercicio de armonía consciente que mejora sueño, memoria y ansiedad a los 50

La sofrología es una terapia creada por el neuropsiquiatra Alfonso Caycedo en los años 60 y una herramienta que ahora se está redescubriendo para incorporarla a personas que desean mejorar sueño y ansiedad a partir de los 50 años. Ideal para quienes deseen aportar un mayor bienestar en su vida diaria y quieran trabajar sus capacidades físicas y mentales al enfrentarse a una enfermedad, una intervención quirúrgica o simplemente estén interesadas en desarrollar su potencial y rendimiento en cosas como el deporte, los estudios o el trabajo.

Mediante el uso de ejercicios de respiración controlada y de contracción o relajación muscular, se pueden aliviar tensiones, mejorar la concentración y tomar conciencia del propio cuerpo. En una segunda fase, se procede a realizar ejercicios de estimulación que permiten experimentar una proyección optimista y reconectarse con los recursos internos, las capacidades y la fuerza mental.

La sofrología tiene como objetivo principal que las personas trabajen sobre sus valores y se conozcan mejor a sí mismas. Es una herramienta muy eficaz para mantener la confianza y la esperanza. Al escuchar mejor sus sentimientos, esta disciplina permite mejorar la vida diaria al adoptar una nueva perspectiva sobre su presente y su futuro.

La sofrología no es un tratamiento médico, sino más bien una herramienta de desarrollo personal. Se utiliza habitualmente por deportistas y artistas para controlar mejor sus sentimientos de miedo escénico o presión. Y es apta para todos, incluidos niños, adolescentes y personas mayores. Una practicante de sofrología puede adaptar cada ejercicio a cada perfil individual.

A través de la sofrología conectas tu mundo interior con el exterior utilizando varios principios. El primero es el principio de acción positiva, que significa que cualquier acción positiva sobre una sola parte de la conciencia tiene un efecto positivo sobre el conjunto de tu ser. La repetición de la positividad conduce al desarrollo de hábitos y valores que refuerzan un estado de bienestar.

Tu anatomía es el objeto de la práctica de la sofrología. En los ejercicios de sofrología, se puede sentir y percibir la capacidad del cuerpo a través de su forma y movimiento. Luego tienes el principio de una realidad lógica y objetiva desarrollada a través del entrenamiento personal. Y finalmente está la adaptabilidad, que significa que el practicante de sofrología debe adaptar los protocolos a su propia versión de la realidad.

Un profesional puede utilizar la sofrología para ayudar a las personas que tienen dificultades para conciliar o mantener el sueño. Es eficaz cuando se trata de un síntoma debido a un estilo de vida estresante o malos hábitos a la hora de dormir. La práctica de la sofrología puede tratar cada uno de estos trastornos con ejercicios de relajación y respiración. Además de estos, un profesional también puede introducir técnicas de «futurización» que se pueden utilizar para prepararse para la hora de dormir. A menudo es necesario trabajar la ansiedad de irse a la cama, que es causada por el insomnio repetido.

La sofrología también te ayuda a dejar de lado sus preocupaciones y a gestionar mejor sus emociones en situaciones que le generan estrés. Poco a poco, estarás mejor preparada para afrontar acontecimientos importantes. Te ayuda a afrontar mejor las condiciones estresantes, como la sobrecarga o la presión laboral y el miedo a los cambios.

La sofrología es muy interesante para mayores de 50 años, ya que puede ayudarte a envejecer mejor aliviando el dolor, mejorando el sueño y la memoria y reduciendo los riesgos de depresión. Si sufres de dolor crónico, puedes relajar tu cuerpo y generar un mejor bienestar físico y mental realizando prácticas diarias.

Procesas el estrés emocional manteniendo tus músculos tensos, principalmente en el cuello y los hombros. Esto requiere tanta energía que terminas gastando demasiada para mantener este estrés en tus músculos de manera inconsciente. Para deshacerte de esta tensión en los hombros y el cuello, puedes practicar el siguiente ejercicio de sofrología, ya sea de pie o sentada.

Exhala completamente, vaciando todo el aire de tus pulmones. Inhala por la nariz. Levanta los brazos por encima de la cabeza, aprieta los puños y aguanta la respiración. Tensa todos los músculos de los brazos y los hombros. Inhala y exhala completamente por la boca. Ahora libera todas las tensiones mientras bajas los brazos. Continúa exhalando y liberando toda la tensión. Cuando tensas conscientemente tu cuerpo, obligas a tu cuerpo a detener el flujo de energía. Luego, cuando liberas la tensión, el cuerpo recuerda este estado de relajación, te hace consciente de la tensión e intenta deshacerse de ella.