El truco más fácil para perder la grasa rebelde, según esta experta

Si perder peso puede ser complicado a partir de una edad determinada, deshacerte de la grasa del abdomen se convierte en muchos casos, en una tarea casi imposible. Unos dicen que debes restringir las grasas, los hay que apuestan por eliminar los carbohidratos... pero lo cierto es que la grasa del abdomen es una de las más difíciles de quitar.

Y no estamos hablando de un problema meramente estético. La grasa abdominal es uno de los principales indicadores de graves riesgos para la salud, como la diabetes o serios problemas cardiovasculares. Por no hablar de la grasa visceral, que es la que se acumula en la parte profunda del abdomen, en el espacio que rodea los órganos, y una de las más peligrosas.

Si ya sigues una dieta equilibrada, haces deporte de manera habitual (incluso con rutinas centradas en el abomen), bebes suficiente agua y duermes las horas recomendadas, quizá necesites una ayudita extra. Y la farmacéutica y nutricionista Boticaria García tiene el truco definitivo para apoyar tu estilo de vida saludable.

La experta apuesta por los baños de agua fría para acabar con esa grasa tan difícil de eliminar. «El agua fría es un estresor que puede tener efectos positivos. Es lo que llaman biohack, y tiene evidencia detrás«, afirmaba la experta en el podcast de JJuan Ramón Lucas, Sr. Wolf.

Para entender por qué los baños de agua fría contribuyen a perder grasa, tienes que conocer primero la diferencia entre la grasa blanca y la parda. La grasa blanca es la que actúa como reserva energética y se acumula en los michelines. Por el contrario, la parda se convierte en calor en lugar de almacenarse como reservas de energía.

¿Y cuándo se activa la grasa parda? Cuando tienes frío. Es en ese momento cuando comienza a generar calor para mantener la temperatura corporal, para lo que utiliza la grasa blanca. Esa es la explicación simplificada de por qué los baños de agua fría contribuyen a la metabolización energética y a la pérdida de grasa.

Pero no sólo ayuda a adelgazar, sino que tiene otros beneficios. El choque térmico que producen los baños de agua fría provoca un aumento de las proteínas que protegen a las células del envejecimiento y las reparan. Además, el sistema cardiovascular también sufre una mejoría y disminuye la inflamación.

Por no hablar de los beneficios para el cerebro. Los baños de agua fría aumentan la producción de dopamina, serotonina y noradrenalina, que son cruciales para la salud mental y ayudan a reducir el riesgo de sufrir depresión y ansiedad. Como ves, son unos minutitos pasándolo mal y toda una vida de beneficios.

Eso sí, no creras que es una solución milagrosa. «Se trata de un truquito más dentro de un estilo de vida saludable. Ese fresquito, ese frío te puede ayudar. ¿Es la clave? No, Si tú te metes en agua fría, pero no comes bien y no te mueves, da igual, como si te vas al Polo Norte«, asegura la experta.

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