vivir
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Por más que lo ha intentado, el verde Greenery de Pantone no ha logrado convertirse en el color del año. Le ha ganado el puesto el Pink Millenial, ese rosa "ingenuo" que lo inunda todo: de perfiles de Instagram a películas como la rosísima 'Pieles' de Eduardo Casanova. La gastronomía también ha sucumbido a su hechizo. Aquí lo hemos mezclado con blanco para crear el efecto más brillante del verano.
Cócteles preparados con vinos de Rueda, gin-tonics transparentes y oceánicos, armonías con los mejores pescados -de la blanquísima dorada de Nuestros Mares al rosa intenso del salmón del Mar de Noruega-, vinos rosados y tintos que buscan su espacio en la paleta cromática, cavas imbatibles y, sobre todo, mucha diversión para la cena al aire libre donde todo puede ser tan saludable como disfrutable (el sello Crianza de Nuestros Mares en las doradas, lubinas y corvinas supone una garantía de frescura).
No es solo estética: unas navajas en conserva, aliñadas con lima, y con un gin-tonic como aperitivo; o un tiradito de salmón acompañado por un cava rosé. Y cualquier pescado de temporada resulta infalible con un blanco clásico.