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Cada rincón de Mallorca está lleno de encanto mediterráneo, al igual que su rica gastronomía, que cuenta con identidad propia. Su mar y montaña, sus calas, su agua turquesa, la sobrasada o las ensaimadas... convierten a la isla en lo que es, un paraíso.
Si has pensado en viajar este verano a Mallorca, te presentamos algunas de las experiencias gastronómicas imprescindibles que debes añadir a tus vacaciones para alegrarte el paladar.
Además de ser uno de los mejores lugares en los que hospedarse (‘adults only’), el hotel Barceló Illetas Albatros también ofrece uno de los planes más atractivos de Mallorca, fusionando gastronomía y relax.
El ‘Sprunch’, que cuesta 45 por persona y está disponible sábados y domingos, arranca con un circuito termal climatizado del U-Wellness Spa y finaliza con un delicioso brunch en su restaurante Blue. Está compuesto por varios entrantes, que se encuentran en un cajón vertical, un plato principal, a elegir entre carne o pescado, y el postre. Todo ello maridado con zumo de naranja natural, café y una botella de cava.
Puede presumir de ser el único restaurante con dos Estrellas Michelin de las Islas Baleares. Ubicado en Castell son Claret, a los pies de la Tramontana, el menú degustación propuesto por el chef Fernando Pérez Arellano (desde 140 € por persona) hace un guiño a los sabores tradicionales de la cocina mallorquina, utilizando para ello productos locales..
Serán sus años de experiencia (abrieron en el año 1700 su primer local) o el secreto de su receta, pero se ha convertido en uno de los puntos de peregrinación a la hora de comer una de las ensaimadas más exquisitas de la isla. Ya cuenta con dos locales en Palma de Mallorca y en su puerta se forman colas casi a diario.
No solo es conocido por ser uno de los restaurantes favoritos de la Familia Real española, especialmente del Rey Juan Carlos, durante sus vacaciones en Mallorca, también por su riquísima cocina. Desde hace 30 años, este restaurante de Puerto Portals ofrece una carta con platos tan diversos como croquetas de sobrasada, raviolis de bogavante o su famoso gazpacho en vaso de barro helado.
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