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Abierto de mediodía a medianoche, la informal y saludable propuesta de Ocean Brasserie and Bar, en el Hotel Riomar, es tan fresca y deliciosa como su decoración boho chic y su ubicación, en la orilla de Santa Eulalia.
Del atún al pargo de roca y del besugo de Tarifa a la urta de Conil o los langostinos de la bahía, sin olvidar las carnes y verduras de la zona. Entrevientos, el nuevo espacio gastro del Gran Melía Sancti Petri, en Chiclana (Cádiz), convierte la parrilla en el eje de su carta, con las mejores materias primas y sabores auténticos.
En la playa de Aramar (Luanco, Asturias), Aramar Playa se fijará en tu memoria emocional: de su decoración reciclada a su recetario asturiano pero cosmopolita. Y por supuesto, el Cantábrico.
La playa de Cavall d’En Borràs acoge Beso Beach, un chiringuito gourmet cuya premisa es compartir: la magia de Formentera, sí, pero también su carta, marinera y fresca. Este año estrena servicio de goleta a su primo en Ibiza: de Beso a Beso. Más mediterránea, imposible.
Nido Estepona es lujo a pie de playa. Un beach club para enamorarlos a todos. Su arquitectura y su cocina de km 0 practican el respeto al mar. El lado amable de la Costa del Sol.
La cocina del refugio tropical favorito de Marbella, Playa Padre, danza entre el mediterráneo y el caribe mexicano. Cada lunes celebra la fiesta ART Padre, en la que la artista Marta Bernad pinta prendas vaqueras que pueden comprarse.
Con un pie en la arena de Palafrugell (en Llafranch, el corazón de la Costa Brava), Jani, el restaurante más mediterráneo del Grupo Nomo, es fuerte en pescado de la zona, arroces con personalidad y excelentes vinos.
Recién llegado a la playa de Atlanterra, en Zahara de los Atunes, Zocarrá Playa ofrece una cocina creativa, cosmopolita y de producto, con arroces, pescados de la zona y cócteles al nivel de las vistas.