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La deshidratación puede influir negativamente en el desarrollo motor y cognitivo de las personas y dado que la infancia y la adolescencia son etapas en la que se desarrollan estos aspectos del individuo es imprescindible prestar atención a la hidratación de los pequeños ya que la carencia de cualquier nutriente, incluida el agua, puede acarrear consecuencia irreversibles. Por lo tanto la ingesta de bebidas en los pequeños debe ser siempre la adecuada a sus necesidades y a su edad.
De 0 a 6 meses: Se entiende que durante los primeros meses de vida de los pequeños la lactancia materna cubre todas las necesidades de hidratación de los bebés.
De 6 a 12 meses: Junto a la lactancia materna, si se sigue manteniendo, o la lactancia de fórmula, comienzan a tomar alimentos sólidos, algunos de los cuales son muy ricos en agua, como las frutas, si bien ya empiezan a tomar agua.
De 1 a 3 años: A esta edad, los niños ya deben tomar unas cuatro tazas de agua, pero no todo se ingiere en forma de agua, sino que hay que tener en cuenta las sopas, zumos o el agua aportada por los alimentos.
De 4 a 8 años: A esta edad los niños ya toman poco más de un litro, cantidad que incluye igualmente el agua simple y la que se ingiere con el resto de alimentos y bebidas.
De 9 a 13 años: La cantidad de hidratación necesaria varía también en función de la actividad deportiva que realicen los niños, si bien, para que estén bien hidratados, la cantidad de agua total se acerca a los dos litros.
De 14 a 18 años: Desde esta edad en adelante las necesidades nutricionales de agua son ya de dos litros y medio, lo que no significa beber literalmente dos litros de agua, sino que hay que tener en cuenta el líquido que se ingiere a través de frutas, purés, zumos u otras bebidas.
Tras el deporte, es muy importante la rehidratación, tanto durante el ejercicio como después y en caso de los jóvenes que hacen entrenamientos de competición, o en los casos de calor ambiental, es aún más importante. De hecho, existe una técnica de rehidratación tras los entrenamientos intensivos, consistente en pesarse antes y después del entreno para rehidratarse ingiriendo una cantidad de agua equivalente a 1,5 veces el peso perdido. Aunque es algo que hay que hacer paulatinamente.
El Observatorio de Hidratación y Salud realiza una serie de recomendaciones a modo de decálogo, muy especialmente a tener en cuenta en el caso de los niños:
Estar bien hidratado es siempre esencial para la salud, se realice o no actividad física y en cualquier época del año.
El balance hídrico del organismo debe ser equilibrado, la cantidad de líquido aportada tiene que ser la misma que la perdida o eliminada.
Es preciso beber al menos 2,5 líquido al día. Diariamente perdemos entre dos y tres litros de líquido a través del sudor, de la orina, la respiración y la transpiración de la piel.
Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables conviene aumentar estas cantidades, o si se vive en zonas con clima cálido y húmedo.
Evitar las pérdidas excesivas de líquidos y no pasar largos periodos de tiempo sin ingerir bebidas. En épocas de calor, no exponerse al sol innecesariamente ni realizar ejercicio físico o juegos intensos en las horas centrales del día.
Los niños son muy vulnerables a la deshidratación: hay que asegurar que beban agua en abundancia y otras bebidas. Es interesante acostumbrarlos a llevar una botella de agua en su mochila. Los niños pequeños juegan y se olvidad de comer y de beber. Si bien la merienda no es imprescindible, sí lo es mantenerse bien hidratado.
Las personas mayores presenta menor sensación de sed y son especialmente sensibles, igual que los dependientes, por lo que hay que controlar su ingesta de líquidos.
La personas que pertenecen a un grupo de población con un estado fisiológico particular, es decir, niños, embarazadas, mayores; o aquellas que realizan actividad física deben ingerir líquidos, especialmente en forma de agua.
Incluir el mayor número de bebidas posible ayuda a la ingesta total de líquidos sea adecuada, así que es interesante incluir zumos, infusiones, gazpachos, lácteos o sopas.
Consultar a los profesionales de la salud sobre la correcta hidratación, especialmente en el caso de los niños pequeños o de las mujeres embarazadas, los mayores o los enfermos.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.