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Para una mamá tradicional, elegante, leal y bondadosa. Las rosas blancas la representan perfectamente por la pureza de su color. Las rosas son una de las flores más típicas, pero en blanco, simbolizan la lealtad y el amor puro y eterno.
Las madres se desviven por los demás y siempre sorprenden con detalles inesperados, por lo que las rosas como flores poderosas y el blanco como color de pureza son una combinación perfecta.
Para las mamás bohemias y soñadoras, Colvin aconseja regalar crisantemos rosas. Los crisantemos son unas de las flores más valoradas. Aquellas madres informales que no siguen convencionalismos. Tienen su forma particular de ver el mundo, y aman por encima de todo, siempre después de sus hijos claro, el arte y la literatura.
Denominada coloquialmente como flor de oro, el crisantemo evoca el placer y la felicidad de una vida libre.
Para mamás todoterreno. Un ramo de flores formado por liliums rosas que representan a la mujer poderosa que no le teme a nada y lucha por todo. Su aroma es como su carácter, fuerte. Es la primera en apuntarse a todo, y sus días tienen 30 horas. Durante la noche, su presencia se intensifica y no deja a nadie indiferente. Fascina a todos a su alrededor con su personalidad arrolladora.
Son flores con un aroma intenso, perfectas para madres que fascinan con su energía y su personalidad.
Estas flores poderosas son ideales para regalar a una madre en tono blanco, pues representa la buena energía y las buenas vibraciones.
Para las mamás enrolladas, crisantemos blancos, que atraen la felicidad y la risa al hogar, así que este ramo Colvin es ideal para aquellas madres que (casi) siempre nos dejan hacer lo que queremos. Buen humor, modernas, alegres, dispuestas a todo, fiesteras… En resumen, las madres que algunas de nuestras amigas tenían y nosotras nos moríamos por tener.