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Grace Coddington: el ojo mágico

Su concepción de la moda tuvo un efecto revolucionario y, como estilista, hizo equipo con los mejores fotógrafos del mundo. Ahora, Phaidon reedita la autobiografías visual de esta gurú fashion.

Grace Coddington publica su libro Cordon Press
Grace Coddington: el ojo mágico
Rosa Gil

Fashionistas y legos de lo trendy deberían admirar por igual a Grace Coddington: sí, su visión de la moda es bellísima, sorprendente y narrativa. Con ella cambió todo. Fue Coddington quien inventó esa forma de mostrar la moda en las revistas, contando historias, y quien creó la figura de la editora creativa: una especie de ojo que todo lo ve y lo recrea para el objetivo del fotógrafo.

Mi trabajo consiste en darle a la gente algo con lo que soñar

Grace Coddington

De niña, Grace esperaba impaciente la llegada de la revista Vogue en la poco sofisticada isla de Anglesey (Gales); de adulta, logró convertirse en directora creativa de esa publicación tras una breve y brillante carrera como modelo, y en una de las personalidades fashion más imaginativas de la historia.

En 2010, el documental The september issue permitió que el gran público descubriera a este genio de desordenada melena roja (y sus antagonismos con la glamourosa Anna Wintour, su jefa). Y ahora, la editorial Phaidon reedita 'Grace, thirty years of fashion at Vogue', un volumen fotográfico que nos hace comprender la verdadera dimensión de su legado.

Imágenes tomadas por Cecil Beaton, Irving Penn, Bruce Weber o Mario Testino, y protagonizadas por modelos como Naomi Campbell, Jerry Hall o Linda Evangelista. Una galería que se convierte en una peculiar historia del siglo XX, con guiños a la Unión Soviética, la blaxploitation o el auge del grunge.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.