Hacía setenta años que el plenilunio no coincidía con el perigeo, el punto más cercano a la tierra en su órbita. Así que hoy y mañana contemplaremos, si miramos al cielo, una superluna. Será un 14% más grande y un 30% más brillante de lo habitual. No se había visto así desde 1948 y hasta 2034 no la volveremos a ver tan bella.