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Escocia: castillos y tendencias

Viajamos a Edimburgo y Glasgow para descubrir la historia de estas dos ciudades y disfrutar del arte, el diseño, el paisaje... y el whisky con genuino acento escocés

Una vista de Edimburgo desde Claton Hill. Fotos: Mercedes Aguilar. / d. r.

María León
MARÍA LEÓN

Castillos llenos de historia (y de historias), colinas pintadas de verde intenso, delicias gastronómicas, diseño... Viajar a Escocia es transportarse a un paraíso marcado por el #ScotSpirit. Ubicada al norte de la isla de Gran Bretaña, forma parte del Reino Unido con Inglaterra y Gales (y, en la otra isla, Irlanda del Norte). Y su capital, Edimburgo, es un perfecto ejemplo de lo que ofrece toda la región: una mezcla de paisajes soberbios, historia e interesantes propuestas culturales.

María León con Aidan Weston Lewis, en la Scottish National Gallery. / MERCEDES AGUILAR.

Edimburgo fue la primera etapa de mi viaje. Desde el Royal British Hotel donde nos alojamos, en la famosa Princes Street, hay unas vistas espléndidas de la parte antigua de la ciudad y del castillo. Y muy cerca está el palacio de Holyroodhouse, la residencia oficial de la reina de Inglaterra cuando se aloja en Escocia (normalmente, todos los años el primer fin de semana de julio). En él, además de los State apartments, las estancias que reflejan el paso de las diferentes dinastías por el palacio (allí vivió la reina María I de Escocia, que tuvo un reinado turbulento), también se pueden visitar las preciosas ruinas de la abadía de Holyrood (del siglo XII) y buenas exposiciones.

En el palacio de Holyroord-house pude ver 150 vestidos de la reina Isabel II.

A mí me cautivó la organizada para conmemorar los 90 años de Isabel II, Fashioning a reign: 90 years of style from the Queen´s wardrobe, que hace un repaso por el vestuario de la reina, con 150 diseños desde su infancia hasta la actualidad. Y allí descubrí que la soberana encarga su estilismo a diseñadores escoceses, como Sandra Murray o Stewart Parvin, cuando tiene eventos en Escocia. Muy cerca del palacio merece la pena ver Holyrood Park, un inmenso parque real donde se encuentra la Silla del rey Arturo, que en realidad es un antiguo volcán extinto, desde donde disfrutaréis de unas impresionantes vistas de la ciudad.

El castillo sobre el volcán

Pero si hay un icono arquitectónico de Edimburgo, ese es el Castillo, el monumento histórico más visitado de Gran Bretaña, reconocido como Patrimonio de la Humanidad junto con el resto de la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva. Situado en lo alto de otro de esos volcanes, conserva una parte del siglo XII, dos de distintas etapas del siglo XVI y el Memorial Nacional Escocés, dedicado a los soldados caídos durante la I Guerra Mundial. Otro castillo imprescindible en nuestra ruta cultural es Lauriston Castle, que se conserva igual que en 1926, cuando su último propietario lo donó al Estado. No os perdáis sus magníficos jardines, sobre todo el japonés, que es una auténtica llamada a la calma.

Los museos son el otro must de la capital escocesa, que destaca por su amplia oferta de arte contemporáneo. La National Portrait Gallery y la Scottish National Gallery (con arte clásico y piezas de Velázquez, Goya, Rafael o Boticelli) son dos visitas indispensables. En esta última tuve la suerte de que me guiara Aidan Weston-Lewis, su jefe de comisariado. Y no os podéis perder galerías como la Ingleby Gallery o la Fruitmarket Gallery.

¡Y cómo no hablar de la música! Más allá de la gaita, hay una completa oferta musical que culmina cada mes de agosto en el Festival Internacional de Edimburgo, creado un año después del final de la II Guerra Mundial, para unir a los escoceses en torno a la cultura. Mark Fisher, crítico de arte y escritor, fue mi cicerone en la ciudad y me mostró otros lugares imprescindibles en cualquier buen tour cultural: Calton Hill, desde donde hay unas impresionantes vistas y donde está el monumento a los soldados caídos en las guerras napoleónicas (hoy símbolo nacional escocés); y el puente de George IV, al lado de la Royal Mile.

Otra de las experiencias que no puede faltar en esta ciudad es una visita a una fábrica de whisky. Yo disfruté de la Scotch Whisky Experience y pude descubrir que un buen whisky requiere... ¡50 años de elaboración!

Kilts y whisky

El shopping en Edimburgo tiene dos nombres: The Royal Mile y High Street. Allí se concentran las tiendas donde se puede comprar el tradicional kilt (falda escocesa), confeccionado con diferentes tartanes [tipos de cuadros], que corresponden a cada clan familiar. Si buscáis una ruta más luxury, no podéis perderos Ingram Street o George Street. Y no dejéis de visitar el Royal Mile Market, con tienda de accesorios y comida ideales.

Un café en The Elefant House, donde J. K. Rowling escribió Harry Potter

Y hablando de comida, pasemos al apartado gastro. Además de las clásicas galletas Walkers de mantequilla (que son originarias de Edimburgo), os recomiendo las propuestas de The Devil´s Advocate (con cocina de merca do y una extensísima carta de whiskies), Whiski (archipremiado, un auténtico templo de la bebida nacional, con música en vivo todas las noches), Cannonball (comida tradicional con bellas vistas del Castillo y The Royal Mile), David Bann (vegetariano), Hadrian´s (una brasserie muy cool en el Hotel Balmoral) o The Glasshouse (un hotel boutique de lujo, con 160 años de historia y una propuesta culinaria contemporánea y muy apetecible).

Y, por supuesto, no dejéis de disfrutar de una parada en un café típico, The Elefant House, situado en el nº 21 del puente de George IV y en el que J. K. Rowling escribió parte de su saga sobre Harry Potter. Precisamente, la autora se inspiró en otros dos lugares muy cercanos para sus historias sobre el joven mago: el cementerio de Greyfriars y el colegio George Heriot.

Frente a la histórica Edimburgo, otra de las ciudades imprescindibles de Escocia es Glasgow, más industrial y ecléctica, volcada en el Año de la Innovación, la Arquitectura y el Diseño. De hecho, el arquitecto Charles Rennie Mackintosh es uno de los emblemas de la ciudad. Ha construido unos 20 edificios, entre ellos el Mackintosh Interpretation Centre, o The Lighthouse, el Centro Escocés de Diseño y Arquitectura. También os llamará la atención la cantidad de edificios art decó, como un cine del año 1939 construido por James McKinssak (por cierto, en Glasgow hay infinidad de cines, que en los años 50 servían para evadirse de la durísima posguerra). Y si os gustan las artes plásticas, visitad el Centro de Arte Contemporáneo, donde se funden música, teatro, poesía, cine y artes plásticas, y King Street, en la que abundan las galerías.

María sobre uno de los cañones del Castillo de Edimburgo. / MERCEDES AGUILAR.

¿Mejor una tarde de shopping? Hay propuestas creativas (como los originales prints de Timorous Beasties), tiendas vintage (en Wilson Street o Great Western Road) y centros comerciales que son una belleza en sí mismo, como Princess Square. Glasgow´s Style Mile es, no obstante, el corazón de las grandes marcas, con más de 200 tiendas, incluso de diseñadores independientes y creadores escoceses.

Glasgow es una de las cinco ciudades de la música reconocidas por la Unesco

Y si en Edimburgo os hablaba de música, aquí no la podemos olvidar, porque Glasgow es una de las cinco ciudades de la música del mundo que ha reconocido la Unesco: en cualquier rincón podréis escucharla. Para comer, os recomiendo el Market Place Sauchiehall Street, con puestos de comida de todos los países, ideal para el lunch; Willow Tea Rooms, con platos tradicionales, como el salmón ahumado, que fue diseñado por Mackintosh; o Guy´s Restaurant & Bar, uno de mis favoritos. Y para dormir, el Millennium Hotel Glasgow, muy bien ubicado.

¡Ah! Y si entre visita y visita, os apetece hacer deporte, Escocia es el lugar ideal para hacer unos hoyos: Saint Andrews se considera la cuna del golf, porque allí está el club con más solera del mundo. Y, además, tiene una de las universidades más antiguas y prestigiosas del Reino Unido.

Agenda de viaje:

  • Cómo llegar a Edimburgo. Desde MAdrid, easyjet tiene vuelos directos a la capital escocesa. www.easyjet.com

  • Dónde alojarse. The Royal British Hotel, es Edimburgo, es un hotel sencillo, cómodo y práctico con una localización perfecta. www.royalbritishhotel.com

  • No te pierdas. El castillo de Edimburgo y el Palacio Holyrromhouse. Amos son una maravilla y te ayudarán a conocer mejor la historia del país.

  • Un museo. La Scottish Gallery, con una gran selección de arte clásico y obras de Velázquez, Murillo, Goya y Zurbarán.

  • Dónde comer. El restaurante del The Glashouse Hotel, un hotel con mucha historia y una propuesta culinaria contemporánea y fresca.

  • No te pierdas de Glasgow. The Lighthouse, un museo donde conocer la obra de Mckintosh, el famoso arquitecto nacido en esta ciudad (www.thelighthouse.co.uk). El restaurante Guy's Restaurant & Bar, un clásico en la ciudad donde os recomiendo la deliciosa ternera escocesa. (www.guysrestaurant.co.uk)

Agradecimientos: Turismo de Gran Bretaña (www.visitbritain.com) y The Blue Room Project (www.blueroom.es).

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Instagram: @marialeonstyle

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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