vivir
vivir
Un día espectacular, descubro Jardines de Campo Open Day, que se celebra cada primavera en las inmediaciones de Talavera de la Reina. Este proyecto -concebido y puesto en marcha por el paisajista Felipe Díaz de Bustamente con el apoyo de su primogénita, Cristina-, nació con el propósito de mostrar los exquisitos productos que se elaboran en nuestro país y dar a conocer iniciativas sostenibles. "Queremos crear conciencia sobre la necesidad de la vuelta a lo sencillo y poner en valor la tradición artesanal", explica Díaz de Bustamante, algo que consiguen gracias a la participación de ganaderos y productores locales. Una ocasión inmejorable para disfrutar de la buena gastronomía y conocer los animales de granja y las razas autóctonas.
Aunque los visitantes han aumentado en las sucesivas ediciones por el boca a boca, la curiosidad o, quizá, "porque hay mayor sensibilidad hacia lo natural y lo auténtico", aventura Cristina, es un evento privado al que se accede con invitación. Comenzó con 32 puestos y ahora son casi un centenar, pero la idea es que no crezca mucho más. "Tenemos que mantenerlo así, porque lo gestionamos de forma familiar", comenta la hija del fundador.
Felipe Díaz de Bustamante fue un hombre de negocios atípico, que "cuando cerraba el despacho, se vestía de campo para cultivar sus flores" y animaba a sus hijos a "salir a ver las estrellas". Hoy se dedica de lleno a su verdadera vocación, el paisajismo. Con su hija Cristina, forman un tándem perfecto cuyo mayor exponente es esta cita anual para "mecenas de la naturaleza". Para Cristina, trabajar en este proyecto ha sido sencillo: "Mi padre y yo nos comunicamos aunque no hablemos. Él nos ha enseñado a apreciar y respetar la fuerza de la naturaleza".
"Jardines de Campo comenzó como una reunión entre amigos y ahora queremos abrirnos al mundo con un mensaje que anime a cuidar el planeta y a generar una comunidad con un sueño común: potenciar el buen hacer artesanal y transmitir a las generaciones futuras el conocimiento y trabajo de las sabias personas del campo", concluye Felipe.
- Jordania: un tesoro de luz y de piedra