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Habitaciones amplias y espaciosas, muchas de ellas con balcón a la bahía de menorca, modernas y completamente equipadas, harán que te despiertes con una sensación de total desconexión. De hecho, descansar en sus camas es de otro planeta. Con un colchón realizado en exclusiva para el hotel, te das cuenta de lo importante que es para ellos hacer que tu experiencia sea totalmente relajante. Además, cuentan con minibar y servicio de habitaciones por si quieres tomar algo en la privacidad de tu balcón mientras disfrutas las vistas.
Comer en Sa Casa, el restaurante principal del Barceló Hamilton Menorca, es una experiencia que no puedes perderte. Situado en una antigua casa menorquína anexa al hotel, ofrece tapas y una fusión de platos con guiños hacia las diferentes culturas que han influenciado en la isla. Cuenta además con una excelente carta de vinos nacionales, cavas y champagne.
A medida que va cayendo la tarde, disfrutar de un cóctel en la terraza del hotel es, sencillamente, una maravilla. Sus vistas panorámicas a la bahía son mágicas. Durante el día, también puedes tomar un zumo, un batido de frutas o el aperitivo. ¿Qué más se puede pedir?
Ya que estás de vacaciones, qué mejor que regalarte una experiencia como las que proponen en el área U-Wellness, que demás de una buena carta de masajes cuenta con sauna finlandesa, hamman, ducha sensaciones y ducha cubo.
De día o al atardecer, disfrutar de un jacuzzi con las maravillosas vistas de la bahía de Menorca es una de las experiencias que más te van a gustar del hotel. La definición en sí misma de unas vacaciones perfectas.
... O nadar. La piscina del hotel se encuentra en el patio interior, junto al restaurante Sa Casa. Además de disfrutar del agua o del sol puedes pedir servicio en hamaca o cama balinesa. Cuentan con carta de snacks, batido de frutas, cócteles y combinados.
Otro momento de relax es el que puedes tener en la piscina de la parte superior del hotel. Momento zen total. También ideal por si no acompaña el buen tiempo...
Uno de los platos tradicionales de la isla es esta caldereta de langosta, que se deshace en la boca y que está tan deliciosa que no te cansarás de mojar pan (en este caso, tostas, riquísimas). Lo puedes probar en Sa Cuina, el restaurante del hotel con menú de almuerzo a la carta. También hacen cenas temáticas regionales e internacionales.