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Estos meses se multiplican los festivales y los clásicos teatrales brillan con luz propia: la escena cambia de aires por vacaciones y a veces, incluso, se sitúa bajo las estrellas. Unas veces se va a un teatro romano (Festival de Mérida); otras, a una corrala del siglo XVII (Festival de Almagro); y en ocasiones ocupa lugares tan poco ortodoxos como un mercado (Grec Festival), un castillo (Festival de Niebla) o un palacio nazarí (Festival de Granada). Es el momento de disfrutar también del patrimonio y emprender una ruta señalizada por los grandes hitos del teatro estival: Olite, Alcalá, Cáceres, Olmedo, Ribadavia...
Disfrutar de los clásicos en el impresionante Teatro Romano de Mérida es una experiencia inolvidable. Este año, acoge a actores sobresalientes como Josep Maria Pou, Concha Velasco, Lluís Homar o Pilar Castro. Entre sus nueve montajes destacan la zarzuela La corte de Faraón y los espectáculos de danza Dionisio (Rafael Amargo,) y Antígona (Ballet de Víctor Ullate, en la foto). Mérida (Badajoz), hasta el 25 de agosto. www.festivaldemerida.e
La corrala del siglo XVII que acoge el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro presenta este año 144 funciones a cargo de 68 compañías y apuesta por las autoras del Siglo de Oro español. María de Zayas, Teresa de Jesús (en la foto, La lengua en pedazos, la obra de Juan Mayorga sobre la santa) y Sor Juana Inés de la Cruz te esperan. Almagro (Ciudad Real), hasta el 28 de julio. www.festivaldealmagro.com
El Festival Grec inunda de teatro, en verano, la ciudad condal y en esta edición apuesta por los espectáculos híbridos, que fusionan el teatro, la música, la danza, el cine y hasta el circo. ¿Destacamos un montaje? El que dirige el polifacético Robert Wilson, con Isabelle Huppert como María Estuardo en el monólogo Mary said what she said (en la foto). Barcelona. Hasta el 31 de julio. ::www.barcelona.cat/grec.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.