Se avecinan maratones de series: si necesitas una excusa para quedarte en casa, aquí tienes todos los estrenos de televisión en marzo que te van a tener pegada al sofá

Otro bar en apariencia normal sirve de fachada a una coctelería de autor tan secreta que se esconde tras la puerta de una nevera. Una vez dentro, puro teatro: los cócteles llegan en globo aerostático o salen congelados de la botella.
Tras hacerse virales sus fiestas y sus cenas Cluedo en la madrileña Terraza de Ponzano, los eventos de Cuks llegan a cualquier lugar de España. De vocación cosmopolita (el equipo se formó en el International Culinary Center de New York y organizaban sus inesperadas noches en los Hamptons, Manhattan o Los Ángeles), seducen por su cocina asiáticomediterránea y su cuidada puesta en escena.
A los mejores “speakeasy” se accede a través de un pasadizo secreto escondido en un restaurante respetable. En Donostia, la carta fresca y atlántica del Txalupa (un guiño a los marineros vascos) sirve de tapadera a TX Klub, con su propia cocina (más canalla e informal) y la mejor coctelería de la ciudad.
Cocinera antes que anfitriona, Amor González y sus cenas clandestinas son una leyenda en Levante. Cualquier lugar es susceptible de ser tomado al asalto por la chef (de un rincón con vistas en la huerta murciana a un callejón en el puerto de Cartagena, pasando por el patio ajazminado de una casa de pueblo) y su equipo (música en directo, mercadillos con obras de jóvenes creadores...). Ella comunica fecha y lugar en sus redes sociales y, en horas, el aforo está completo. (casatallerbirdie.com)
Inspirándose en el perfil de las velas de un buque de carga japonés, el arquitecto Jun Aoki ha creado la nueva flagship store de la firma de moda. En su interior (obra del iconoclasta Peter Marino), además de piezas de arte de la colección privada de Louis Vuitton y todo el catálogo de la maison, encontramos dos espacios gastro dirigidos por el chef Yosuke Suga: Le Café V y Sugalabo V. Al segundo, de aire más íntimo y enigmático, se entra solo de noche, a través de una puerta secreta y (lo más importante) con invitación.
Uno de los nuestros Tan clandestino que su entrada es una antigua cabina telefónica, este “speakeasy” cuenta con una carta de cócteles inspirada en las auténticas mezclas de la Ley Seca, una decoración que parece sacada de la mansión de Gatsby y un fonógrafo en el que no cesa el jazz .
Los iF Design Awards son al diseño lo que los Óscar al cine. Y, en su última edición, han considerado que este fotogénico club clandestino de Málaga es el más bello bar del mundo. En su concepción y ejecución, nos cuentan desde el equipo de Paco Lago Interiorismo, la palabra clave fue “sorpresa”, una emoción presente en todo el espacio, al que se llega a través del baño de caballeros de un (aparentemente) sencillo bar de sándwiches de pastrami. Atravesado el telón rojo, son las luminarias colocadas estratégicamente las que nos indicarán en qué círculo de la fiesta estamos: primero, el Lounge y su impresionante barra de mármol, con los dj y las copas favoritos de la ciudad. Desde allí se llega a The Pink Room, estética setentera y millennial (si se permite el oxímoron) para la coctelería de autor y la música en directo. Y al final, solo algunos privilegiados pueden acceder al Hell’s VIP. Un clandestino dentro de un clandestino dentro de un clandestino.
Un contador sobre la barra nos recuerda que Gallery (como The Kave, ambos pertenecientes al Grupo Ramsés y diseñados por IlMio Design) tiene fecha de caducidad. Este speakeasy junto a la Puerta de Alcalá cerrará cuando pasen dos años desde el 1 de enero de 2020. Hasta entonces, solo es accesible a quien conozca la ubicación de la puerta y clave de entrada. Lo único seguro es que están en el edificio y que, a quien acierte la cambiante contraseña, un mayordomo le escoltará al interior (ramseslife.com).
A principios del siglo XX, esta nave de 350 m² albergaba una fábrica de textiles para el hogar. Y a ese pasado industrial ha querido homenajear el arquitecto de interiores Roman Plyus con la chimenea de formas orgánicas, los tonos arcillosos del suelo (se han conservado las baldosas originales donde ha sido posible) y los muebles midcentury, como las sillas de Pierre Jeanneret y de Hans J. Wegner. Para las miradas inocentes, solo es un restaurante. Para los connoisseurs, la escultura Small Lie de KAWS es la señal de que escaleras arriba nos espera un lounge privado con música hasta la madrugada y detalles brutalistas en hormigón.