Se avecinan maratones de series: si necesitas una excusa para quedarte en casa, aquí tienes todos los estrenos de televisión en marzo que te van a tener pegada al sofá

En Cala Llonga, abrazado por un acantilado y con vistas a la bahía de Sol d’en Serra (y en días despejados, a Formentera), este restaurante mediterráneo es un templo a los placeres sencillos, pero rotundos y universales: hamacas, cócteles, una sana carta (fuerte en verduras, carnes y pescados a la brasa en el grill Josper), clases de yoga, cine al aire libre... Abierto día y noche, desde el 3 de julio.
El chef valenciano José Manuel Miguel (con una estrella Michelin en Beat) está detrás de la oferta del restaurante favorito de la playa de la Fossa en Calpe, una carta que, como su terraza, mira al mar: pescados y mariscos son los protagonistas de una cocina informal, saludable y fresca, con un apartado de raw food (crudos) y otro de típicos platos españoles de verano, pero pasados por un tamiz internacional.
Ha sido elegido como mejor chiringuito de Málaga en 2019 por su propia Academia de Gastronomía, pero es, en realidad, el restaurante de lujo que sugiere su nombre. Una cocina de mercado orquestada por el chef ejecutivo Luis Miguel Menor, que resume lo mejor de todo el Mediterráneo (ostras francesas incluidas) y lo fusiona con la tradición andaluza (desde quisquillas o ventresca de atún de almadraba a espetos de sardinas pero también de lubina salvaje). Y a solo 20 metros de la orilla del mar.
Aunque se inaugura el 25 de junio, ya hay lista de espera y no solo por la hospitalidad (seña de Paradores), también por la respetuosa arquitectura de Alfonso Penela, integrada en las verdes terrazas de una ladera en la Playa de Lourido.
La que será Capital Mundial del Diseño en 2022 repone fuerzas en este híbrido entre resort balinés y exclusivo club de Saint-Tropez, situado en plena playa de la Marina. Por la mañana, podrás disfrutar del dolce far niente en las hamacas bajo sus sombrillas de paja; por la noche, sesiones de música en vivo. Y durante el resto del día, se puede elegir entre un restaurante de sello marinero (El Portet); otro cuyo fuerte son los arroces (Marina); y una fresca carta de fashion fast food (delicias japonesas, hamburguesas gourmet, sishas...) en la zona de la piscina. Aunque no hay límites de edad en los restaurantes, la zona de ocio está reservada a los mayores de 20 años.
“Comida y bebida tradicional, pero con un toque de tontería” es el lema de esta antigua casa familiar remodelada en la playa de La Araña. El objetivo de MariCarmen es que cualquiera lo pase bien en su “casa playa”, como si estuviera en familia: platos de la abuela, recetas marineras, postres andaluces y algunos guiños a la cocina asiática.
Ubicado en la carretera entre Cádiz y San Fernando, en plena playa de Cortadura, es más una filosofía que un chiringuito. Su restaurante basado en el producto de proximidad (pescaíto y marisco), su decoración que acumula premios por su sostenibilidad, sus cócteles y sus atardeceres de postal volverán muy pronto (se anunciarán las fechas en su web).
Tarruella Trenchs Studio, dirigido por la laureada interiorista Sandra Tarruella, se encargó de renovar este icono gastronómico sobre la misma arena de Calella de Palafrugell por su 25 aniversario. Arroces y mariscos, espejos que multiplican las vistas al mar desde el salón y materiales como el mimbre de las lámparas y la madera (azul en las ventanas y blanca dentro). Más marinero, imposible.
Hace ya una década que la silueta en forma de vela que el maestro Ricardo Bofill dibujó para el W Hotel de Barcelona cambió para siempre el perfil y el concepto del lujo de la Ciudad Condal. Salt, el restaurante y beach club –ubicado en parte en el interior del hotel, en parte sobre la arena de la playa de la Barceloneta–, será este verano el sitio perfecto para celebrar la llegada de este extraño verano. Abrirán a principios de julio, pero te recomendamos consultar la web para conocer todos los detalles y reservar. Su sugerente y refrescante propuesta culinaria se va a renovar este año con una dilatada carta de hamburguesas gourmet de influencias mediterráneas e internacionales, un aún más extenso repertorio de glaciales cócteles de autor y una irresistible oferta de aperitivos para compartir y postres. Todo tan informal como memorable.
Gambita de Huelva y paella valenciana son algunos de los platos estrella de este restaurante asturiano que, desde la playa de Bañugues (quizá la más mediterránea y tranquila del Cantábrico), hace un recorrido por toda la gastronomía española. También es impresionante su oferta de vinos, pescdos, panes, quesos, postres y , por supuesto, sus vistas y su ambiente.
Enclavado en la Playa de los Alemanes (con vistas 360 sobre el Mar Menor y el Mediterráneo), su carta es tan sugerente y relajada como sus atardeceres o su decoración en blanco encalado: arroces, pescados a la plancha, ensaladas, vinos helados.