Así (de guapos) son en la vida real los actores de Los Bridgerton

¿Recuerdas al pequeño Ben, el hijo de Ross en Friends? Parece que los guionistas no, porque a mediados de la octava temporada dejó de aparecer por completo. ¿Y qué hay de la chirriante paternidad de Dwight en The Office, las muchas incoherencias de Juego de tronos y Perdidos, el final de True Blood y Los Soprano y los errores de bulto de tantas y tantas series de Netflix o HBO? Repasamos los misterios sin resolver y las incoherencias de nuestros títulos preferidos.
Ben, el hijo que tuvo Ross con su exmujer gay, fue un habitual de las primeras temporadas, pero los guionistas no tenían interés en explorar tramas fuera de las neuras y angustias veinteañeras, y a medida que se hacía mayor, su presencia en pantalla fue disminuyendo. Lo vimos por última vez a mediados de la temporada 8.
¿Por dónde empezamos? ¿Por Walt, el niño con superpoderes que se fue remando para no volver hasta cuatro temporadas más tarde? ¿Por Christian, que no estaba en su ataúd, ni en ninguna parte? ¿Por Caitlin, el personaje de otra dimensión que desapareció sin más? ¿Por Madre, la misterioso habitante de la isla? Lo mucho que disfrutamos con Perdidos solo es comparable a lo mucho que nos decepcionó.
En la temporada final, Angela le dice a Dwight que él es el padre de su bebé; pero Dwight ya se había hecho un test genético que descartaba esa posibilidad. ¿Mentiras o fallos de guion?
Otra serie con preguntas múltiples. ¿Era Jon Nieve Azor Ahai? ¿Encontrará Gusano Gris la paz en la isla de las mariposas o le prenderá fuego? ¿A quién se le ocurrió la brillante idea de hacer a Bronn consejero de la moneda? ¿De dónde salieron las cadenas gigantes con las que los caminantes blancos atan al zombificado Viserion?
En uno de los primeros episodios de la serie, una piña misteriosa aparece en la mesilla de noche de Ted después de una noche movidita. La pandilla se pregunta con frecuencia cómo llegó allí pero nadie llega a resolverlo... La respuesta (esta vez sí) está en uno de los extra de la edición en DVD.
En una serie con tanto flashback y flashforward, es lógico que los acontecimientos no encajen en la línea temporal. Entre otras peculiaridades, Daya se las apaña para liarse con un guardia, quedarse embarazada, tener al bebé, matar a otro guardia y ser sentenciada a cadena perpetua en 10 meses. Tampoco los acontecimientos del mundo "exterior" concuerdan con el año en que se supone que sucede todo, 2013.
Oímos el tema Don't Stop Believin en un abarrotado restaurante y, de pronto, se hace el silencio y la serie termina para siempre. ¿Qué ha pasado? ¿Cuál ha sido el destino de Tony Soprano? Los finales abiertos nos matan, chicas.
Nadia descubre que está en un bucle temporal, y poco a poco va averiguando cómo funciona; pero nunca llegamos a saber qué lo ha causado. Algo similar podemos decir, por cierto, de The Leftovers.
Los hermanos pequeños de la televisión tienen tendencia a desaparecer; y la de Marissa Cooper, Kaitlin (que encarnaba Shailene Woodley) tuvo una presencia intermitente durante la primera temporada antes de borrarse del mapa sin mayor explicación.
Después de SIETE temporadas de triángulo amoroso, el personaje encarnado por Anna Paquin se casa... con un hombre al que solo vemos de espaldas. ¿Es Bill? ¿Es Eric? No te lo perdonaremos jamás, HBO.
Al final de la sexta temporada, descubrimos que Dan es el bloguero misterioso que expone todos los trapos sucios del instituto. Pero, por mucho que los creadores de la serie nos digan que estaba pensado así desde el principio, hay muchas cosas que no cuadran, como la sorpresa de Dan al leer ciertas revelaciones de GG en la soledad de su hogar, o el hecho de que el blog revele la muy inapropiada relación de Dan con un profesor, algo que arruina su reputación y su relación con Serena.
Caitlin y Peter Petrelli (Milo Vintimiglia, This is us) viajan a un Nueva York posapocalíptico y ella se ve atrapada por unas leyes de inmigración que no han mejorado mucho con los años. Peter vuelve a su época, se dedica a resolver otros entuertos y acaba eliminado esa línea temporal. Nadie menciona que Caitlin ha perecido con ella.
En un capítulo de Sexo en Nueva York, Samantha se escandaliza al oír a una niña de 13 años hablar del sexo oral que practica a los chicos de su clase, y piensa, aliviada, que ella al menos tuvo una infancia. Un par de temporadas después, comenta que a los 13 años tuvo sexo con un chico porque su familia tenía piscina. Mmmm.