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La Ribeira Sacra, en la provincia de Ourense, atesora algunos de los paisajes más espectaculares de Galicia. En esta región mágica los ríos han formado profundos cañones en cuyas laderas crecen exuberantes bosques. Aunque el más famoso es el cañón del Sil, el del río Mao bien merece una visita y es ideal para ir con niños. Los últimos kilómetros del cauce, hasta su desembocadura en el Sil, discurren por unas pasarelas de maderas colgadas en medio del bosque. El recorrido, desde la antigua central hidroeléctrica llamada Fábrica de la Luz, es de poco más de dos kilómetros y hará las delicias de los más pequeños.
SERGIO MUÑOZ
La isla de La Palma tiene tanta diversidad de paisajes que parece, realmente, un continente en miniatura enclavado en el archipiélago canario. De volcanes a espesos bosques, la isla ofrece mil planes para hacer con niños y, además, cuenta con buen clima todo el año. Puede resultar muy interesante recorrer con ellos el Bosque de los Tilos, uno de los ecosistemas de laurisilva más espectaculares de la isla, o hacer un tour nocturno para observar las estrellas: por su oscuridad y altitud, que llega a los 2.400 metros en el Roque de los Muchachos, La Palma es uno de los lugares más privilegiados del mundo para observar el firmamento. Sin embargo, puede que a los más pequeños de la casa les atraiga especialmente caminar entre volcanes. La ruta que recorre los parajes del Volcán de San Antonio es muy sencilla (no lleva más de media hora), pero espectacular. El punto de inicio es el Centro de Interpretación del Volcán de San Antonio, en la localidad de Los Canarios. Allí, los niños podrán, incluso, experimentar qué se siente cuando hay un terremoto y el suelo tiembla bajo sus pies.
SAÚL SANTOS
Al norte de la provincia de León, en El Bierzo, se encuentra uno de los paisajes más alucinantes de la península. En el siglo I a. C., los romanos explotaron los yacimientos de oro de la región, modificando el medio ambiente. Fueron las mayores minas de oro a cielo abierto del Imperio. Hoy, sus montes rojizos que sobresalen del bosque y sus misteriosas cuevas atraen a miles de visitantes. Las Médulas es un paraje mágico perfecto para una visita en familia. Hay múltiples senderos que se adentran en las intruincadas formaciones. Uno de los más transitados es la Senda de las Valiñas. Es fácil, circular y tiene 3,5 kilómetros de recorrido. Para llegar hasta allí hay que acercarse hasta el pueblo de las Médulas. Podemos completar la ruta haciendo una visita al Aula Arqueológica y Centro de Recepción de Visitantes.
ANUAL/WIKIMEDIA
Es una de las rutas emblemáticas de la sierra madrileña. Sus 6,5 kilómetros (solo ida) sin ninguna dificultad unen el Monasterio de Santa María de El Paular, en la localidad de Rascafría, con este bonito salto de agua. El punto de partida es el Puente del Perdón, del siglo XVIII, situado enfrente del monasterio. Los pequeños podrán disfrutar de frondosos bosques y unas maravillosas vistas de la Cuerda Larga, la alineación montañosa más emblemática de la Sierra de Guadarrama.
MIRIELA RODÍGUEZ/WIKIMEDIA
Una ruta fácil, sin apenas desnivel, perfectamente señalizada (PR-AS 4) y que se recorre en menos de 2 horas y media. Y por si fuera poco, el camino ofrece algunos de los paisajes más alucinantes de la costa asturiana. El sendero parte desde las escuelas del pueblo de Busto y llega hasta el faro, donde los niños podrán desatar su imaginación. ¡Imperdible!
MAMPIRIS