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Hay una anécdota muy comentada sobre Scarlett Johanson (la contó ella misma) y sobre lo mal que lo pasó en una alfombra roja. Justo antes de poner un pie ante los fotógrafos su vestido se rompió, literalmente, por la mitad. Así que su equipo solucionó el problema cosiéndolo sobre la marcha ¿El gran problema? Que, a partir de entonces, cada vez que necesitó ir al baño tuvieron que descoserle la prenda y volver a cosérsela de nuevo, con el consiguiente fastidio que eso suponía para todos. ¿La solución? Comer y beber lo mínimo posible y aguantar el tipo como buenamente pudiera.
Pero ella no fue la única. Repasamos los grandes horrores y errores de vestuario en la historia de los Premios Oscar (descubre aquí todo lo que tienes que saber sobre la gala de 2021). Porque no todos son vestidos bonitos, looks increíbles de alfombra roja o los vestidos más feos de la historia. Algunos pueden ser una de esas cosas y, además, una trampa absoluta para quien lo lleve.
Con un vestido de lentejuelas, manga abullonada y generosa abertura en la pierna. Así se presentó Blanca Blanco en la alfombra roja de los Oscar, donde se convirtió en el centro de los fotógrafos no por su faceta como actriz, directora y productora sino por dejar al descubierto sus partes más íntimas, pues no llevaba ropa interior.
En 2013 Anne Hathaway acabó pidiendo disculpas por el vestido de Prada que había llevado a los Oscar. Según explicó la actriz, el día anterior a la gala se enteró de que otra actriz iba a llevar un Valentino muy parecido al que ella tenía previsto lucir para el gran día, por lo que decidió cambiar a última hora por ese polémico Prada. En seguidas las redes se llenaron de comentarios que aseguraban que sus pezones se marcaban claramente (otros opinaban que eran las costuras). En cualquier caso, Hathaway pidió disculpas no por esta polémica sino por la decepción que podría haberle causado a la casa Valentino con la que ella tiene una grandísima relación, por haber cambiado de opinión a última hora.
Iba de camino al escenario a recoger su Oscar por El lado bueno de las cosas cuando Jennifer Lawrence tropezó con el maravilloso Dior que llevaba y acabó dando de bruces en el suelo. Eso sí, la caída – que fue de lo más elegante, casi a cámara lenta- se ha quedado en la memoria del mundillo como una anécdota que demostró que Lawrence es experta en resolver cualquier situación con gracia y naturalidad al asegurar, una vez estuvo delante del micro, que sabía que sus compañeros la estaban aplaudiendo porque se acababa de caer.
Año 2006. La actriz Jennifer Garner aparece desde el fondo del escenario para entregar un premio. Camina decidida y sonriente en dirección al micrófono cuando, de repente, tropieza hacia adelante, tropieza hacia atrás y, misteriosamente, consigue mantener el equilibrio. Igual que su tocaya, Gardner se caracteriza por un maravilloso sentido del humor. Cuando estuvo a la altura del micrófono hizo una pequeña reverencia, dio las gracias y dijo que ella hacía sus propias acrobacias.
Este espectacular vestido de Versace en rosa palo que le vimos a Penélope Cruz en los Oscar del 2007 no le dio ningún problema. Pero aparece en la lista porque nuestra actriz más internacional tenía pensado, originalmente, llevar un diseño de John Galliano al que, a última hora, le falló la cremallera y no lo pudo llevar.
En 2012, al abrir el sobre que contenía el nombre del premiado en la categoría de Mejor Maquillaje, a Jennifer Lopez se le escapó un pezón de su Zuhair Murad. Por más que se mire el vídeo en bucle, la cosa no queda clara y ella ha dicho por activa y por pasiva que no se le vio, pero lo cierto es que fue uno de los chascarrillos más comentados de aquella gala.
Lea Michele, la protagonista de Glee, causó sensación en la after party de los Oscar 2018 al escoger un vestido con un escote de infarto. Sin embargo, los flashazos se los llevó cuando, ya a punto de retirarse, se subió al coche para volver a casa y el escote acabó cediendo y liberando un pecho.
Cuentan que el mismísimo George Clooney sacó agua e hilo para coser el vestido que se le rasgó a Elisabetta Canalis nada más llegar a la alfombra roja de los Oscar en 2010. ¿Será cierto?
Cuando Barbra Streisand eligió este diseño de Arnold Scassi para los Oscar de 1969 no calibró el efecto transparente que iba a adquirir ante los flashes de los fotógrafos. ¡Ups!
La actriz Gwyneth Paltrow, que suele colarse en la lista de mejor vestidas con frecuencia, patinó en la gala de los Oscar de 2002 cuando apareció de esta guisa. Ella misma acabó reconociendo que no habría sido mala idea llevar un sujetador bajo ese Alexander McQueen.
