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Ojo, que aquí hay madres e hijas que no se llevan del todo bien, que no se lo tome como una indirecta. El instinto remite a Heridas abiertas y Perdida (ambas novelas de Gillian Flynn), es un thriller psicológico muy apetecible que comienza con Blythe, una mujer con un ¿marido perfecto? y una ¿hija brillante? que se cuestiona toda su vida y la compara con el pasado: ¿está repitiendo la historia de su madre y de su abuela?
Gripe española (glups), Primera Guerra Mundial y una niña migrante, sola, al cargo de sus dos hermanos, en la Filadelfia de principios de siglo XX. El padre de Pia Lange ha tenido que alistarse en el ejército para probar su lealtad a su nueva patria, Estados Unidos, frente a la vieja (Alemania). Ella se queda cuidando de sus dos hermanos. Un día regresa a casa y encuentra que no están... ¿quién se los ha llevado y por qué?
El debut de la joven Claudia Catalán (Barcelona, 1991) aborda ese momento histórico del que a menudo muchos se quejan de ver reflejado en la ficción: '¿otra vez la guerra civil?'. El conflicto que marcó el siglo XX en España (y aún sigue coleando) visto a través de una niña, Sacra, y de las historias del resto de mujeres que la acompañan mientras los hombres están en el frente. Catalán se ha inspirado, además, en las historias que le contaba su propia abuela, una parte de la Historia con mayúsculas que a menudo se obvia en los relatos oficiales.
No temas, no es un libro de jardinería al uso, o si lo es, es el "más original de todos los tiempos", como han afirmado en el Sunday Times. Sue Stuart-Smith es una apasionada de las plantas, sí, pero también psiquiatra y capaz de mezclar sociología, teoría freudiana e historia para contar por qué conectar con la naturaleza, aunque sea en un pedacito de jardín, transforma la mente.
Si, como a muchos, a tu madre el contexto le empieza a parecer sofocante, este libro práctico nos recuerda que el antifascismo no es un movimiento marginal ni implica confrontación física. Pol Andiñach nos recuerda que todos podemos (tenemos que) ser antifascistas.
A Manuel Montalvo le han bautizado como el Federico Moccia español. Sus cifras de ventas no llegan a las del autor italiano pero cuenta con un fandom nada desdeñable. En Sin ti, yo no plantea una historia de amor visceral en contraposición a ese supermercado del amor que a menudo es Tinder.