TERROR ESPACIAL
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Regresa el terror espacial con Alien: Planeta Tierra, el último capítulo de una de las sagas de ciencia ficción más importantes de la historia y que acumula millones de fans repartidos por todo el globo. Un fenómeno que comenzó en el año 1979 Ridley Scott que aquí cede su asiento como creador a Noah Hawley para dar forma a una de las series más esperadas del 2025.
Y no es casualidad que esta producción llegue justamente un año después de la proyección en salas de Alien: Romulus, el film de Fede Álvarez que recuperó el prestigio perdido de la marca y devolvió a la fe de cara a todos los proyectos que estaban por venir dentro del universo del xenomorfo. Una reconstrucción que prosigue con su camino con esta nueva serie ambientada en el Planeta Tierra y cuyos eventos suceden antes de la película original.
Hawley se encarga de dirigir algunos episodios y de dar forma a un guión que promete regalar emociones fuertes junto a un heterogéneo grupo de escritores conformado por Robert De Laurentiis, con el que ya trabajó en Fargo, Bobak Esfarjani (Archivo 81), Lisa Long (La lista final), Maria Melnik (Escape Room) o Migizi Pensoneau (Reservation Dogs).
Así comienza la serie de Alien, con una nave espacial de lo más enigmática que se estrella de manera brutal en pleno Planeta Tierra. A su rescate acuden un grupo de se soldados tácticos de lo más variopinto liderado por Wendy (Sydney Chandler) y del que forman parte CJ (Alex Lawther), Slightly (Adarsh Gourav) y Tootles (Kit Young), entre otros.
Desde el momento en que llegan y se ponen a buscar supervivientes, el grupo de élite se da cuenta de que se están enfrentando a un horror desconocido y al que no saben cómo hacer frente. Una forma depredadora sin parangón que pondrá sus capacidades al límite, dando comienzo a una feroz lucha por la supervivencia frente a un temible y terrorífico enemigo.
Una de las claves del enorme interés que ha despertado la producción de Noah Hawley reside en el enfoque, planteando la serie en un espacio de tiempo anterior al primer enfrentamiento entre la Teniente Ripley (Sigourney Weaver) y el xenomorfo. Un giro de lo más interesante y que sirve para ampliar el universo de la saga con nuevos dilemas marca de la casa y que profundizan en la aparición de los primeros sintéticos.
Una premisa que parece dejar claro que en la nueva serie de Disney Plus vamos a encontrar algo muy diferente a lo visto en otras continuaciones como Prometheus o Covenant y que, según palabras del mismo creador, se atreverá a profundizar en los aspectos más mitologicos de la saga, alejándose incluso de lo visto en la película de Fede Álvarez el año pasado.
Como decíamos un poco más arriba, quizá lo que resulta más llamativo de la producción, además de que el universo de Alien siempre genera mucha expectación, es el hecho de que se trata de una precuela que se desarrolla en nuestro propio planeta. La primera vez que veremos al xenomorfo campando a sus anchas entre la humanidad, sin contar la segunda parte de Alien vs. Predator (2007), que sucedía en una pequeña ciudad de Colorado.
Todo un reto que parece haber cumplido con mayúsculas la serie creada por Noah Hawley, que ha cosechado multitud de buenas valoraciones por parte de la crítica especializada por todo el mundo, destacando su gran habilidad para confeccionar una historia digna de la saga, además de tener la capacidad de trazar su propio camino y construir su propia identidad.
Un éxito de crítica que apunta a trasladarse también a la audiencia como uno de los estrenos más interesantes y esperados de Disney Plus para este verano. Alien: Planeta Tierra ofrece una premisa irresistible para este verano con un capítulo más de la popular saga de terror espacial de la mano del creador de Fargo y que cuenta con la aprobación y la participación directa de Ridley Scott como principal productor de la misma.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.