la visita soñada
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Con La edad dorada poniendo punto y final a su tercera entrega, nos despedimos de la serie más adictiva del verano. Y de la posibilidad de ver uno de los momentos más esperados por los fans: el crossover de su producción más conocida, Downton Abbey, con su último éxito, la serie de época de HBO Max. Pero no perdemos la esperanza de que, ya que la ficción estadounidense ha renovado por una cuarta temporada, esto pueda pasar próximamente. O al menos, así lo ha revelado el escritor y guionista británico.
Conviene recordar que, allá por 2012, cuando Downton Abbey se encontraba en su tercera temporada y era una habitual de las ceremonias de premios en Gran Bretaña y Estados Unidos, Fellowes comentó que estaba trabajando en una precuela de su reconocida ficción. Concebida inicialmente como un libro, que cuatro años después se confirmó que sería una serie de televisión, el guionista explicó que la trama central de la serie sería el romance, y posterior enlace, de Lord Grantham y Cora.
Tal y como hemos ido descubriendo a lo largo de las ocho temporadas de Downton Abbey, la historia de amor de los personajes de Hugh Bonneville y Elizabeth McGovern es bastante similar a la de Gladys y Héctor, y Robert Crawley se casó con la rica estadounidense para salvar a su familia de la bancarrota. Mientras tanto, las historias de La edad dorada han transcurrido por otros derroteros, pero no está todo perdido a la hora de pensar que el crossover entre ambas series es posible.
Interrogado por la posibilidad de que las dos producciones que le han dado fama pudieran cruzar sus caminos próximamente, Julian Fellowes se ha limitado a señalar que La edad dorada «todavía no se ha terminado, así que ya veremos». Y él mismo recordó que entre ambas ficciones hay una distancia temporal de tres décadas, ya que la serie de época de HBO Max se ambienta en los años 80 del siglo XIX y la producción inglesa comienza en 1912.
Las especulaciones sobre la aparición en La edad dorada de la familia de Cora siempre ha estado presentes. Shirley McLaine encarnó a su madre, Martha Levinson, en Downton Abbey y Paul Giamatti ha encarnado a su hermano Harold en la cuarta temporada de la serie, y volveremos a verlo en la película con la que se cierra la saga y que se estrena en cines en octubre.
Como nunca se ha revelado la edad del personaje de McGovern, o de su hermano, no podemos confirmar si en la línea temporal de La edad dorada ya habían nacido, aunque Fellowes, de haber querido, podría haber introducido a una versión rejuvenecida del personaje de McLaine, incluso mostrarla como una mujer casada, ya que para cuando la vemos en Downton Abbey ha enviudado. Sin embargo, los acontecimientos de la tercera temporada de La edad dorada nos llevan a pensar que el crossover podría producirse en tierras británicas.
Ahora que la trama de Gladys se ha trasladado al castillo de Sidmouth en calidad de duquesa de Buckingham, no es estrictamente necesario pensar que serán los Levinson los que se crucen en el camino de los Van Rhijn o los Russell en Nueva York. Porque, como toda miembro de la nobleza que se precie, la joven ya acostumbra a acoger celebraciones en su mansión, por lo que ¿quién puede descartar que Fellowes no se incline por rejuvenecer a la matriarca de los Crawley y sentarla a la mesa de la joven pareja?
La aparición en La edad dorada de Violet Crawley, la condesa viuda de Grantham que tan exquisitamente encarnó la desaparecida Maggie Smith, sería un fabuloso homenaje a la actriz, pero también a la propia producción, que tuvo en ella una de sus señas de identidad.
Y un regalo para la audiencia que, a buen seguro, ansía conocer cómo era de joven la mujer que (hace muchos años) preguntó desde el más clasista de los desconocimientos «Pero, ¿qué es un fin de semana?» Incluso estaría bien que juzgase el matrimonio de Héctor y Gladys, sabiendo como sabemos que, décadas después, su familia pasaría por lo mismo.
Más allá de las especulaciones, lo cierto es que La edad dorada nació con el aval que suponía Downton Abbey en la segunda década de este siglo y ahora, temporada tras temporada, se ha ganado un lugar propio que no necesita de su antecesora. Pero aún así, estamos seguras que Fellowes concederá este capricho a las seguidoras de ambas producciones y nos morimos de ganas de saber cómo y cuándo se producirá un acontecimiento que, sin duda, dará de qué hablar.