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Los Paradores se han convertido en destinos soñados para unas vacaciones apacibles en España. Son la alternativa perfecta a los hoteles tradicionales, pues combinan descanso con tradición y encanto, puesto que estos inmuebles son, en su mayoría, edificios históricos restaurados que conservan aún gran parte del tiempo pasado que les puso en valor.
Son numerosos los puntos de España que cuentan con paradores que merece la pena visitar, pero esta vez queremos hablarte del Parador mejor valorado de España según Google. Su historia se remonta al siglo XI y fue, en origen, el monasterio benedictino más importante de todo el occidente astur.
Hablamos del Parador de Corias, ubicado en Cangas del Narcea y popularmente conocido como El Escorial de Asturias por la similitud arquitectónica entre ambos edificios. En él se da la confluencia perfecta entre historia, modernidad y descanso, pues además de ofrecer experiencias únicas para que tu estancia allí sea de lo más agradable, también ha sido tremendamente agradecido con su legado a lo largo de los años, lo que hace que hoy cada visitante disfrute también de su historia.
El actual Parador de Corias fue, primero, el Monasterio de San Juan Bautista de Corias, fundado entre 1022 y 1044. Este monasterio ha pasado por varias etapas hasta llegar a lo que es hoy. Tras su importancia en la Edad Media, el imponente monasterio benedictino de estilo románico fue derrivado en el S.XVI con intención de construir uno renacentista más imponente.
Sin embargo, la gloria duró poco, pues en 1744 el edificio fue víctima de un incendio que destruyó todo menos la iglesia, la sacristía y la biblioteca. Fue el arquitecto Ventura Rodríguez quien se puso al frente del proyecto de rehabilitación de dicha joya arquitectónica y logró transformarlo en un precioso edificio neoclásico en el que las estancias supervivientes casaban a la perfección.
Tras ser también objeto de las desamortizaciones, este antiguo monasterio tuvo varias funciones que iban desde noviciado dominico hasta centro de formación profesional. No fue hasta 2013 cuando se convirtió, por fin, en el Parador de Corias que hoy conocemos y cuya adaptación hacia lo que es hoy trata de reflejar de la forma más fidedigna posible todas las identidades que han llevado al edificio a lo que es en la actualidad. De hecho, todavía pueden visitarse en el sótano del parador los restos de la iglesia fundacional del primer monasterio que se levantó y que deja claro la importancia de la historia en la esencia del complejo actual.
Más allá de empaparte de su historia o gozar contemplando la gran obra arquitectónica que es, el Parador de Corias ofrece múltiples opciones de ocio y descanso perfectas para pasar unos días de desconexión perfectos. Una de las más atractivas es el spa que se localiza en la antigua bodega del monasterio. Aquí podrás disfrutar de tratamientos de bienestar y belleza con toda la paz que transmite su estancia. Además, cuenta también con piscina cubierta y gimnasio.
La gastronomía es otro de los puntos fuertes del lugar. En su restaurante podrás degustar platos típicos asturianos combinados con otras recetas que toman lo mejor de la gastronomía nacional e internacional. Para los amantes del vino, la visita a la bodega Monasterio de Corias es imprescindible. Aquí podrás degustar vinos con la Denominación de Origen Protegida Cangas, un sabor único patrimonio de la zona.
Si finalmente te dejas conquistar por el Parador de Corias y decides pasar tus próximas vacaciones en él, no pierdas detalle del entorno bucólico que le rodea. Este antiguo monasterio está situado a orillas del río Narcea en un paisaje natural de montañas y bosques que acentúan esa sensación de paz. Además, también puedes visitar la villa de Cangas del Narcea, a solo dos minutos del Parador, también rica en historia y con edificios únicos que merece la pena acercarse a conocer.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.