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La playa de Galicia que brilla en la oscuridad las noches sin luna: el sorprendente fenómeno que tienes que ver este verano

Las costas del municipio de Cee se iluminan gracias al fenómeno conocido como mar de ardora que no deja de sorprender a turistas y locales.

Playa de Estode, Cee, A Coruña Turismo de Cee
La playa de Galicia que brilla en la oscuridad las noches sin luna: el sorprendente fenómeno que tienes que ver este verano
Elena Romero Vargas
Elena Romero Vargas

La inmensidad del mar esconde tantos secretos que es imposible no sorprenderse con sus curiosidades y belleza. En nuestro país también se deja ver en su majestuosidad con fenómenos como el mar de ardora, o en otras palabras, cuando en las noches sin luna y con las temperaturas propicias el agua marina brilla en un color florescente digno de cualquier película de ciencia ficción.

Sin embargo, este fenómeno tan particular se da en lugares muy concretos, en este caso es en el litoral del municipio de Cee donde podemos ser testigos de semejante espectáculo natural. Una de las playas que se presta a esta obra de arte marina es la playa de Estode, un paisaje costero al uso de día y un foco de luz única y sorprendente en algunas noches de verano.

La playa de Estode se caracteriza por su arena fina y blanca conocida por ser una de las más emblemáticas de la Costa da Morte. Sus aguas son limpias y tranquilas y el entorno dispone de múltiples de servicio que garantizan la comodidad y el disfrute a todo aquel que se acerque a ella para pasar un día de playa de diez antes de presenciar uno de sus espectáculos más sublimes.

Pero en la playa de Estode no solo el mar es el protagonistas. Su entorno natural, con un paisaje verde como telón de fondo, crea un enclave casi paradisíaco que invade de paz a todo aquel que lo visita y que dispone el entorno idóneo para que la experiencia del mar brillante sea aún más mágica.

Playa de Estode, Cee, A Coruña Concello de Cee

Cuándo ver el mar de ardora en la playa de Estode

Este fenómeno del mar no puede disfrutarse en cualquier momento: es necesario que se den una condiciones específicas para poder presenciar el mar de ardora en esta playa de la costa gallega. En primer lugar, y como ya hemos comentado, el mar de ardora se produce en noches sin luna, cuando la oscuridad del ambiente predispone la situación perfecta para apreciarlo en su máximo esplendor.

Otro de los requisitos indispensables para que esto pase es la temperatura del mar. Normalmente, el mar de ardora ocurre durante el mes de agosto cuando el agua alcanza es más caliente, aunque también puede darse en otros momentos de la primavera o el verano si llega a los grados necesarios para que ocurra.

Playa de Estode, Cee, A Coruña Turismo de Cee

Pero, ¿por qué se produce el mar de ardora en la playa de Estode? La respuesta está en la acumulación de noctiluca, un organismo del mar cuya alimentación se basa principalmente en microalgas que crecen en esta época del año y que tienen la capacidad de emitir bioluminiscencia. Es, precisamente, este factor el que provoca la irradiación del mar como si de una manada de luciérnagas se tratase.

Para que la noctiluca desarrolle esta cualidad necesita, además de unas condiciones climáticas concretas, que el movimiento del mar le agite. Curiosamente, a pesar de requerir este estímulo, el fenómeno del mar de ardora se aprecia mucho mejor cuando las aguas están calmadas, por eso la playa de Estode es un lugar privilegiado para que se dé.

El resultado de la presencia de estos organismos en las aguas de la playa de Estode es un mar azul eléctrico, prácticamente florescente, que resalta en la noche cerrada de la costa. Si este verano quieres gozar de lo que la naturaleza es capaz de hacer, en agosto tienes un viaje pendiente a Cee, donde es más que probable que seas testigo de ello.

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Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.