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En el reloj de la Puerta del Sol suenan las campanadas que dan comienzo a un nuevo año: 1929. Muy cerca, en la sede de la Compañía Telefónica, se celebra una gran fiesta, mientras las protagonistas, engalanadas con sus vestidos más glamourosos, lanzan un cadáver al río. Así arranca la nueva temporada de 'Las chicas del cable', la producción de Bambú que Netflix estrena el día de Navidad.
La vida de estas mujeres que buscan ser independientes y libres en el Madrid del final de los locos años 20 ha hecho historia en la televisión al ser la primera serie española producida por la plataforma digital y estrenada simultáneamente en 190 países para un público potencial de 93 millones de espectadores. La ficción televisiva española pierde los complejos. Con ánimo de celebrarlo, reunimos a algunos de los actores de las series más exitosas del momento (y las que vendrán) para conocer de primera mano las novedades y brindar por un nuevo año lleno de buena ficción.
Impecable con su esmoquin, Yon González despliega en un sofá toda su planta de gentleman y apunta las novedades de la nueva temporada de Las chicas del cable: 'Se alejará del tono cómico y entrará en uno más oscuro. Se ha producido un asesinato y habrá más misterio, mucha intriga y también mucho amor, pero tiene un puntito más thriller que va a complementar muy bien la trama. Mi personaje vivirá muchos conflictos'.
Manuela Velasco
Aunque se incorporan nuevos personajes, esta seguirá siendo la historia de Lidia (Blanca Suárez), Marga (Nadia Santiago), Ángeles (Maggie Civantos), Carlota (Ana Fernández) y Sara (Ana Polvorosa), que se verán obligadas a guardar un secreto que pondrá a prueba su amistad. La emoción, la fuerza de la alianza femenina y el amor volverán a ser los ejes de esta temporada que pondrá sobre la mesa muchos temas para reflexionar. 'Sara está hecha un lío –comenta Ana Polvorosa-. Estoy deseando que empiece ya, porque mi personaje ha tenido una evolución brutal en la segunda temporada. Sigue teniendo ese lado exigente en el trabajo, pero fuera tiene inseguridades, dudas... y está en una profunda crisis existencial: no sabe lo que le está pasando, no sabe quién es. En esta temporada se hablará de temas que existían y siguen existiendo y a los que es importante dar visibilidad, como la identidad de género y sexual'.
“Este ha sido un año fabuloso. En enero acabé mi etapa en la serie Seis hermanas y me enteré de que estaba embarazada. Luego he vivido nueve meses de gestación preciosos, llena de energía, de ganas y muy feliz.
Pude rodar Fariña con mi barriguita y luego llegó el bebé, así que ha sido un año espectacular.
En mis primeras navidades como madre, me bañaré como cada fin de año en la playa de Samil. El agua siempre está helada, pero para mí tiene algo de purificación y de energía.
Yo soy muy de mar, si fuera una criatura mitológica, sería una sirena”.
Ni siquiera vestida de lujo y con ese halo de estrella, desprende la actriz Manuela Velasco otra cosa que no sea cercanía y afabilidad. Habla y sonríe con ganas y solo se le escapa un gesto de fastidio cuando recuerda que precisamente hoy es su último día de trabajo en 'Traición', la serie estrella de La 1, producida también por Bambú 'En esta serie, junto con la película 'Rec', es donde más feliz he sido en mi vida. Nos hemos juntado un grupo de actores muy vocacionales (Ana Belén, Nathalie Poza, Israel Elejalde, Pedro Alonso, Carlos Bardem…) y nos hemos dedicado a jugar a lo que más nos gusta: actuar, interpretar y enfangarnos con estos personajes tan complejos. Ha sido una gozada. El compañero es lo mejor en este trabajo: tu regalo, tu joya, tu superpoder'.
“Ya no soy un niño y todavía no soy padre, así que no tengo una especial ilusión navideña.
Supongo que, si algún día tengo un hijo, la recuperaré.
En cuanto a los deseos, estoy en un momento en el que me doy cuenta de que aquí estamos de paso y de que el tiempo es tan relativo que lo único importante es la salud”.
El buen rollo que hay detrás de las cámaras es el que falta entre los personajes de la serie. Todos son malos en esta historia sobre los miembros de una familia al frente de una de las firmas de abogados más importantes del país. 'Conectamos con la maldad de los personajes porque es la parte oscura que tenemos todos. Nos gusta que el bueno gane, pero nadie quiere verlo a él todo el rato porque el bueno te aburre. En 'Juego de Tronos' a la gente le gustan los malos y que luego los maten, que mueran para que yo no me aburra, pero a la vez pueda sentir que la vida tiene sentido, que funciona, que todo va bien', reflexiona Eloy Azorín, que interpreta en 'Traición' a un auditor ajeno a la familia, 'una especie de Ripley que aparece de la nada y nadie sabe qué esconde ni cuál es su historia. Vivirá junto al personaje de Manuela y su marido, interpretado por Israel Elejalde, un triángulo muy perverso que será la trama más cómica de la serie'.
“No soy una superfanática de las fiestas navideñas ni de los rituales, para mí es casi como un día normal porque tengo una relación muy intensa con mi familia y nos reunimos con frecuencia.
Lo mejor es ver a mis sobrinos disfrutando de todo y con tanta ilusión.
¿Un deseo para 2018? Estoy deseando rodar la nueva película de Edu [Eduardo Casanova, su compañero durante años en la serie Aída], que se va a llamar 'La piedad'. Esta vez me ha escrito un personaje increíble y va a ser tan espectacular visualmente como lo fue Pieles. Volverá a sorprender”.
Capítulo a capítulo, asistimos a la descomposición de la familia a raíz de la muerte del padre. 'Al ver amenazado su estatus, su patrimonio y su estilo de vida, todos sacan lo peor de sí mismos y van a descubrir al monstruo que cada uno lleva dentro –apunta Manuela–. El de mi personaje, Isabel, es una falta de empatía total. Todos los demás son piezas que convienen o estorban a sus intereses. Lo mismo que pasa en política, y no hablo ni de unos ni de otros: quieren preservar su parcelita de poder y sus privilegios, y les da igual lo que le pase a los ciudadanos'.
Decía Ramón Campos, productor ejecutivo de Bambú y responsable de todas estas series, que 'Traición' es como una cena de Navidad multiplicada por 10. Azorín asiente: 'En la familia no puedes esconderte, no vale fingir. Todos te conocen. Ni siquiera los más poderosos pueden hacerlo. ¿Te imaginas a Donald Trump en su casa? Ahí seguro que sí que saben quién es'.
“En navidades, echo tanto de menos a mis abuelos que todavía no he conseguido atravesar las fiestas sin tristeza. Lo paso muy mal por su ausencia, así que estoy deseando que pasen estas fechas para que lleguen los días normales.
Antes solía ser muy supersticiosa, pero he hecho un esfuerzo por romper con los rituales de fin de año.
Cuando empecé a hacer teatro, sufría unos nervios terribles y me acostumbré a tener muchos amuletos y rituales antes de la función.
El problema es que, una vez que me faltó uno, me entró el pánico, me sentía incapaz de actuar y me dije: “Hasta aquí he llegado, se acabó, no puedo depender de estas cosas”.
En esta especie de viaje en el tiempo a través de la ficción, recalamos también en el final de la década de los 60, con Marta Hazas y Adrián Lastra, dos de los protagonistas de 'Velvet Colección', otro de los éxitos de Bambú, cuya segunda parte llegará a Movistar+ en 2018 (la primera está disponible a la carta).
'Nadie se va a aburrir', asegura la actriz que interpreta a Clara Montesinos, la mujer que ha tomado las riendas de las famosas galerías. 'Clara, en la primera temporada se ha centrado más en su vida profesional a costa de sacrificar la personal. Ahora seguirá evolucionando en la empresa, pero intentará aclarar sus sentimientos. Vamos a ver cómo resolvemos nuestro drama romántico... Va a haber mucho triángulo amoroso y alguna incorporación'. Por su parte Pedro (Adrián Lastra), que se ha pasado la primera temporada sufriendo por la pérdida de Rita y haciendo llorar a media España, recuperará la ilusión. 'No sé si se volverá a enamorar, pero se ha quitado la venda que tenía en los ojos y ahora ha tomado conciencia de que hay que vivir, amar y dejarse amar', asegura Lastra.
“La Navidad la respeto, me encanta que la gente se lo goce con sus lucecitas y sus regalos. Tampoco me gusta echar la vista atrás y hacer balance.
No es que sea como Mr. Scrooge [el frío personaje de Cuento de Navidad], pero la verdad es que hace tiempo que me desconecté.
He vivido muchas navidades con ilusión, pero las cosas que me funcionaban ya no están: Papá Noel, los Reyes Magos, ver la Nochevieja en la 1, que era emocionante, eso de quedarte hasta las tantas con Martes y 13 y ponerte un traje y salir de fiesta en Nochevieja.
Si me pongo a repasar y a ver fotos, me entra la nostalgia y me entran unas flojeras y unos bajones…”.
Ambos están impactados por la repercusión internacional de la serie (es un éxito en Miami, México, Puerto Rico, Argentina, Chile…). 'Yo no era consciente, hasta que, en un viaje a Tailandia, unos chilenos me dijeron: 'No lo puedo creer, es usted Clarita'. Algo semejante me pasó otra vez mientras chapoteaba tranquilamente en el mar en Cerdeña. Y cuando me fui a rodar a México, hace un año y medio, vi que la gente estaba entregada y que la serie era un fenómeno. Te das cuenta de que no hay fronteras y de que nuestro idioma común nos brinda un mercado enorme'. De hecho, Lastra prepara ya las maletas para volar a Los Ángeles, donde planea quedarse unos meses para explorar esas oportunidades: 'Velvet nos ha dado una magnífica carta de presentación y yo quiero aprovecharlo, pero no con la intención de conquistar Hollywood, sino con la única idea de abrir más puertas donde sea: Colombia, México, Argentina…'.
Marta hazas
¿La fórmula del éxito? 'Si la hay es como la de la Coca Cola, que existe pero nadie la conoce. Si se supiera, se harían muchas series de éxito, y no es así –opina Lastra-. Están claros algunos ingredientes: elegancia, glamour, historias de amor de princesas y de príncipes, drama… La gente se siente muy identificada con los personajes'.
Muy alejada del glamour y la sofisticación de estas series, está 'Fariña', la nueva ficción que la productora ha preparado para Atresmedia. Se estrenará en 2018 y nos sumerge en el drama social de la Galicia de los 80. En aquellos años, si entrabas en un estanco y pedías un Winston, te preguntaban: '¿Normal o de batea?'. El contrabando de tabaco no solo era algo habitual, sino que dedicarse a él estaba aceptado y hasta bien visto. Así empezó todo lo que vino después. Sito Miñanco era uno de los señores do fume hasta que pensó que lo lógico era ir un poco más allá. En torno a él y a las circunstancias que lo convirtieron en uno de los mayores narcos gallegos gira 'Fariña'. Los capos se hicieron multimillonarios mientras la droga extendía su veneno por la sociedad.
“En mi casa, siempre nos ha gustado ponernos guapos en Nochebuena.
Cuando era pequeña, incluso si estabas malita te ponías un pijama especial.
También hago propósitos de Año Nuevo con mi chico y al final del año pasamos revista para ver lo que hemos cumplido y lo que no”.
'En aquella época, nadie sabía lo que eran las drogas; los chicos jóvenes simplemente las tomaban y se divertían, no había tanta información sobre sus consecuencias. Algunos lograron sobrevivir, pero la mayoría no. La droga les arrasó', cuenta Marta Larralde, actriz y gallega. En la serie, encarna a Nieves, la mujer de Sito Miñanco (Javier Rey) y madre de sus hijas. 'Una mujer brava, digna y con principios, que no se deja corromper –recuerda la actriz–. Ella no quiere dinero, ni casas, ni joyas, ni lujos; solo quiere poder caminar con la cabeza bien alta y no entiende la ambición de su marido'.
La ficción está rodada en escenarios naturales de Galicia, con 3.000 extras y 120 actores, casi todos gallegos, que vivieron a su alrededor los efectos de la droga en su tierra. 'Lo que más me emociona de 'Fariña' y de todo lo que en aquella época pasó en Galicia es cómo las madres se levantaron para tratar de salvar a sus hijos de las garras de la droga. Su lucha contra los narcos fue impresionante'.
Una producción con la factura del mejor cine que habla de los nuevos horizontes a los que apuntan las series españolas. ¿Representa esta 'edad dorada' el despegue definitivo de la industria? El próximo capítulo, a partir de enero, en su televisión.
“Yo soy muy positivo. Es verdad que hablo desde una posición privilegiada, porque tengo trabajo, familia, amor, un hogar... Pero hay gente a la que le cuesta ser optimista y a mí no.
En mi casa somos como un circo en Navidad: quien no está haciendo el tonto, está poniendo música, tocando la guitarra, partiendo turrón contando chistes…
Para 2018, sé que vienen cosas buenas: será un gran año”.