vivir
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Priorizar (y luego concentrarse en la tarea) es la clave para conseguir llevar a cabo las tareas. Ante todo hay que tener una cosa en mente: la lista de tareas que hacer, nunca va a acabar. Casi cada vez que taches algo que has hecho se te ocurrirá otra tarea que también necesitas hacer, así que anota todo cuanto se te ocurra y lo más importante: prioriza las tareas por importancia, facilidad o incluso porque en ese momento te sientes inspirado para hacerlo.
Lo más difícil (o que apetece menos) primero: siempre lo hemos oído, que hagamos lo que menos nos apetece primero para "quitárnoslo de encima". Pues es algo totalmente cierto ya que de lo contrario nos pasamos el día empujando esta tarea al final de la lista y cuando por fín nos toca ya estamos demasiado cansados para ponernos manos a la obra. Así que coloco lo que te suponga más esfuerzo en lo más alto de tu lista.
La tarea más difícil pero más efectiva: elimina las aplicaciones de tu móvil que te distraen. A todos nos ha pasado estar en medio de una tarea, miramos un momento el móvil y cuando volvemos a lo que estábamos haciendo ya han pasado 30 minutos (incluso una hora) y no entendemos cómo ha pasado el tiempo así de rápido. Sé sincero contigo mismo y elimina las aplicaciones que más te distraen: juegos, redes sociales, chats... No se trata de eliminarlas todas, pero una limpieza te ahorrará mucho tiempo.
Pon en silencio las notificaciones: después de haber borrado las aplicaciones sabemos que Whatsapp, Facebook, Twitter e Instagram siguen en un pantalla principal así que, si sabes que no vas a borrarlas, pon en silencio sus notificaciones (incluso la luz de colores que indica que tienen mensajes). Deja el móvil bocabajo y deja sólo el sonido de las llamadas y alarmas.
Fuera el estrés: la forma más segura de mantener la calma es escribirlo todo para no tener en mente un estrés constante de que tenemos muchas cosas que hacer, pero una vez lo dejes por escrito y puedas ver en un golpe de vista todas las tareas te tranquilizarás por tenerlo todo bajo control.
Descubre cuándo y dónde "se te va el tiempo": durante un par de días anota por horas las tareas que has hecho, puede parecer aburrido pero es una herramienta muy útil para descubrir cuándo y por qué estás perdiendo tiempo para concentrarte y ponerle solución.
Temporizador, una gran herramienta: si crees que una tarea tiene que llevarte 1 hora ponte un cronómetro cuenta atrás a los 40 minutos para ser consciente de que se ha pasado más de la mitad de tu tiempo y otra al finalizar tu hora, después pospón la alarma de 10 en 10 minutos si no has terminado la tarea cuando tu temporizador te avise que tu tiempo se ha acabado. Así eres totalmente consciente del paso del tiempo.
Divide la tarea por fases: si eres consciente de que algo te va a llevar más de un día en hacerlo, divide esta tarea por fases distribuidas en varios días y no dedicar un día entero a una sola cosa. Cambiar la temática de las tareas te hará concentrarte mejor, por eso los horarios didácticos no son: un día entero de matemática, otro de historia... van por horas para hacer las clases más amenas y descansar la parte del cerebro al que ataca cada tarea.
No creas en la multitarea: "quien mucho abarca poco aprieta" y es totalmente cierto. La gente que consigue grandes cosas no ha hecho mil tareas a la vez. Hace mil tareas pero concentrándose una a una. Hasta que no acaba con una labor no pasa a la siguiente.
3 tareas por día: proponte 3 tareas ("importantes") al día y al ser realista y poder acabarlas tendrás más energía al día siguiente para seguir con ese ritmo. Si te propones demasiadas cosas que hacer y nunca terminas de tachar la lista conseguirás un efecto negativo en el desarrollo de tus trabajos.
Como en todo: no hay una única solución que se adapte a todos. Éstos son sólo consejos que te pueden venir bien y mejorar el rendimiento de tu tiempo.