Las frases que utilizan las personas manipuladoras para que hagas lo que ellos quieren, según Harvard

En una relación, ya sea de pareja o de amistad, ambas partes tienen sus propios intereses que no tienen por qué ser los mismos. Eso es normal, pero a veces una de las personas trata sibilinamente que la otra persona actúe como él quiere empleando tácticas que se visten de buenas intenciones pero que no es otra cosa que una manipulación de manual.

La doctora Cortney Warren, una psicóloga de renombre formada en la Universidad Harvard, estudió los aspectos que caracterizan estos vínculos tóxicos e identificó nueve frases muy utilizadas por estas personas manipuladoras, enfocadas en dañar la autoestima de la víctima para que actúe de una manera determinada.

Según la doctora Warren, estas expresiones son tácticas implícitas que se emplean para ejercer control y dominio sobre otros. Si reconoces alguna de estas frases en alguien de tu círculo cercano, ya sea en el ámbito personal o laboral, podría ser el momento de reconsiderar esa relación:

Tildar a otra persona de loca es un comportamiento claro de manipulación que suele tener la intención implícita de subestimar e incluso descalificar las opiniones de los demás. Pueden existir otras variaciones de la misma frase como 'Tómate tu medicación' o 'Se te va la cabeza'.

Al igual que la frase anterior, calificar de dramática a la otra persona es otra forma más de desautorizarla, puesto que si expresa una emoción de forma exagerada, pierde legitimidad de cara a los demás. Esta frase busca invalidar los sentimientos y reacciones de la otra persona.

Este comentario lo utilizan las personas manipuladoras para retractarse de algo que ve que se le ha ido de las manos sin asumir abiertamente que ha cometido un error. Al minimizar sus propios comentarios hirientes, la persona que los recibe no se siente autorizada para decírselo y reclamar una disculpa.

Esta frase es una manera de hacer sentir agradecimiento, deuda o incluso culpa en la persona que la recibe. Porque si lo que sea que hizo, fue por nuestro propio bien, tenemos que estar agradecidas, ¿no? Responsabilizar a los demás de nuestros propios actos es una forma de evitar aceptar el peso de nuestras acciones.

Supeditar el cariño que te tiene la otra persona a algo que te gustaría hacer pero no le parece bien, es mezclar dos cuestionamientos que no tienen por qué estar relacionados. Para empezar, la otra persona no tiene por qué permitir al otro hacer o no hacer algo, pero puede no parecerle bien, lo que supone establecer un límite que el manipulador quiere saltarse haciéndole sentir mal.

Esta frase es una de las más utilizadas cuando los manipuladores, que intentan justificar sus comentarios fuera de lugar o incluso dañinos y es una señal que debe ponernos en alerta. Las opiniones de los demás deben tener un límite (o no expresarse si no te la han pedido), incluso cuando dicen venir desde el amor.

Responsabilizar de forma directa a los demás de algo que no hemos hecho bien es otra manera de no hacerse cargo de sus propios actos. De esta manera, traslada el peso de sus acciones a los demás, intentando de este modo que lo acepten de forma pasiva y quedar ellos libres de culpa.

Con esta frase intentan demostrar que los demás le autorizan y que la persona manipulada no cuenta con apoyo de los demás por pensar u opinar de una forma distinta. Así, invalidan la opinión del otro que siente que no tiene la validez necesaria para expresar lo que piensa.

Cuando reconoces sus tácticas de manipulación y confrontas a esa persona, es habitual que intenten desviar la atención y sacar otro tema para generar ruido mental y no continúes con lo que estábais hablando. Si esto ocurre, es importante tratar de mantener el enfoque en el tema central de la conversación.