Beatriz Sánchez Guitián: «Creo en un liderazgo en el que el jefe está al servicio de los demás y no al revés»

Ixone Díaz Landaluce Publicado · 14 de octubre de 2025, 17:46 h

No es fácil dar con un perfil como el de Beatriz Sánchez Guitián. Tecnológico (trabajó en Microsoft, pero también en Indra), financiero (estudió Económicas y pasó por el exigente sector de la consultoría), gestor (tiene un máster en administración de empresas), pero sobre todo, y fundamentalmente, social. Mucho más desde que, en 2019, se convirtió en directora general de la Fundación Máshumano.

Y sin embargo, para ella el punto de inflexión vino, como ocurre a menudo, de una reflexión más personal que profesional. La ejecutiva dejó el mundo de la consultoría, «que era muy demandante», cuando nació el segundo de sus tres hijos. «Venía de la cultura laboral de los años 90: muy exigente, muchas horas de trabajo… Era un entorno muy masculino donde para las mujeres era difícil desarrollar una carrera y tener una familia. Te miraban mal si decías que tenías que llevar al niño al médico, era como… ¡Qué rara es esta directiva! Entonces no se hablaba de conciliación, flexibilidad o teletrabajo… Y eso fue, precisamente, lo que me animó a dedicarme a cambiar los entornos laborales», recuerda sobre una nueva etapa que comenzó en Indra.

En 2019, después de 17 años en la compañía tecnológica, se convirtió en la directora general de Fundación Máshumano. «Trabajamos junto a las organizaciones, ya sean empresariales o públicas, para garantizar el crecimiento de las personas y para que el trabajo contribuya a desarrollar y dar sentido a nuestras vidas», explica sobre la misión de la organización que dirige, que tiene programas específicos para el desarrollo de las mujeres, los jóvenes y los trabajadores senior.

«Creo que cada vez hay menos edadismo en las empresas», explica sobre estos últimos. «El otro día, en una reunión con una gran entidad financiera, nos contaron que acababan de contratar a una persona de 62 años para liderar un área importante del banco. Eso, hace unos años, no pasaba. No es cierto que las personas más senior no sean capaces de aprender a manejar los entornos digitales. Aprenden exactamente igual».

No es el único reto generacional al que se enfrentan las compañías. «Las empresas están muy desconcertadas porque desarrollan su marca empleadora para atraer talento, pero se encuentran con una rotación muy alta entre los jóvenes», reconoce Sánchez Guitián. Por eso, evitar que se conviertan en lo que un informe de la propia fundación denomina «turistas laborales» debe ser una de las prioridades de las organizaciones. «Lo ideal es que no sean tanto turista como viajeros, con mayor permanencia y compromiso», explica.

¿Qué humaniza y qué deshumaniza a las empresas exactamente? «Humaniza la capacidad de aprendizaje continuo y el pensamiento crítico y creativo. Humaniza crear un entorno donde las personas pueden desarrollarse y desplegar lo más puramente humano, que es el pensamiento. Una empresa se deshumaniza cuando las personas dejan de pensar, dejan de aprender, dejan de crear y se convierten en autómatas».

Vinculada al mundo de la responsabilidad social corporativa desde hace casi 25 años, en este tiempo ha asistido (y contribuido) a un cambio radical de paradigma. «He visto una evolución enorme y muy positiva. Hubo un momento, hacia 2008, en el que se decía: 'Esto de la responsabilidad social corporativa es una moda, pasará'. Pero llegó para quedarse. Empezó siendo una práctica voluntaria, pero desde el año 2000 se han desarrollado normativas importantes a nivel europeo que exigen ciertos compromisos a las empresas», explica la directiva para quien el momento actual, con Trump dando pasos atrás en materia de sostenibilidad mientras Europa avanza en regulación, es clave para ver cómo responde y se adapta el sector empresarial.

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A los desafíos clásicos se suma ahora la irrupción de la inteligencia artificial, que también tendrá (o está teniendo ya) un impacto particularmente importante en las relaciones laborales. «Soy muy pro-tecnología, lo que no quiere decir que, durante un tiempo, no haya que hacer ajustes y tengamos que adaptarnos para minimizar los impactos negativos y maximizar los positivos. La IA es una tecnología que puede ofrecer mejoras de productividad muy interesantes. Nos permitirá hacer de todo, pero lo que debemos preguntarnos no es solo qué puede hacer, sino qué debe hacer. El tiempo tecnológico y el tiempo humano están desacompasados. No da tiempo a pensar, a parar, a reflexionar y este debe ser un momento para potenciar el pensamiento crítico y la reflexión ética», defiende la ejecutiva. De hecho, Fundación Máshumano ya está organizando un primer foro dedicado a debatir sobre este tema.

Para poder desarrollar una carrera tan exitosa y diversa como la suya, Sánchez invita a «pararse, pensar y proyectarse. Hay que marcarse nuevos objetivos y para eso, hay que seguir formándose y tener una actitud de aprendizaje y curiosidad». Y para liderar ofrece una receta que, de nuevo, regresa al humanismo que predica la organización que dirige, pero que también aplica personalmente en su día a día. «Hay un que ser muy empático y entender mucho al otro. Creo mucho en un liderazgo de servicio, que significa que nadie está a tu servicio, sino que tú estás al servicio de los demás para que todo funcione bien. También hay que impulsar valores como la confianza, la flexibilidad y la autonomía. Si eres capaz de confiar en las personas, de darles autonomía y flexibilidad, todo fluye mucho mejor», concluye.

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