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Nadie le dice a Alicia Keys si puede maquillarse o no

Su respuesta a esa especie de 'policía purista' que escudriña si rompe o no la regla del no make up es aleccionadora.

Alicia Keys, durante uno de sus conciertos.

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Alicia Keys, durante uno de sus conciertos. GTRES
Elena de los Ríos

Todo el mundo sabe que Alicia Keys, ganadora de 15 premios Grammy, decidió hace unos meses dejar de llevar maquillaje y librarse de una vez por todas de la presión por aparecer perfecta a todas horas. De hecho, ella misma creó un hashtag, #nomakeup (#sinmaquillaje, para promover el fin del recurrir obligatorio a las “pinturas de guerra”). Desde entonces, Keys ha lucido orgullosa su cara tal y como es en las alfombras rojas y los show de televisión, demostrando que una piel saludable no tiene nada que perder al mostrarse sin cosméticos.

El aplauso general a su decisión ha desatado, sin embargo, algunas consecuencias impredecibles. Por ejemplo, la aparición de cierta 'policía del maquillaje' que se dedica a escudriñarla para dictaminar si se ha puesto o no máscara, polvos o corrector, traicionando así su determinación inicial. Como si Alicia Keys hubiera firmado un contrato de por vida o como si no pudiera, si así le apeteciera, maquillarse para alguna ocasión o por algún motivo especial.

No se esperaba la cantante que fuera precisamente Adam Levine, uno de sus compañeros jueces en la versión estadounidense de 'La Voz' y cantante de Maroon 5, el que cayera en la tentación de vigilarla. Levine, ganador de tres Grammy, se dejó poseer por el policía que todos llevamos dentro y en una entrevista radiofónica comentó que Alicia Keys había roto la regla del #nomakeup. La contestación de Alicia Keys zanjó absolutamente la cuestión: “Hago lo que me da la gana. Te quiero mucho”.

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Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.