Cinco trucos para no pesar más después de Navidad

Si has estado durante todo el año a dieta, es probable que en estas fechas lo estropees todo y parezca que nada lo puede evitar.Sin embargo, es posible hacer las cosas de otra manera, y esto no quiere decir ponerse a régimen hipocalórico en Navidad, pero es cierto que cumpliendo unas reglas más o menos sencillas pero que funcionan quizás pueda conseguir lo imposible: superar las dos semanas que van del 24 de diciembre al 6 de enero pesando gramo arriba, gramo abajo, casi lo mismo. Veamos cómo hacerlo:

Hidrata tu plato. Es decir intenta comer alimentos ricos en agua, como frutas y vegetales, que te ayudarán en una doble misión: estar hidratada y sentirte llena o saciada. Los alimentos ricos en agua suelen ser también ricos en fibra, vitaminas y minerales como el potasio que te ayudarán a controlar la inflamación que producen las comidas ricas en sodio que abundan en estas fechas. Tampoco olvides beber agua en abundancia (de paso beberás menos alcohol) porque cuando el organismo tiene sed emite signos similares a cuando tiene hambre.

No dejes el gimnasio. La tentación es grande pero si tienes unos días libres no dejes de hacer ejercicio y, si te vas de viaje, anda al menos unas horas al día o corre. El ejercicio físico no solo te ayudará a perder peso sino que mejorará tu estado de ánimo y te ayudará a lidiar con el estrés de todos los compromisos sociales. Unos 30 minutos diario de caminata enérgica por el campo o por la ciudad son suficientes para mantener activado el metabolismo.

Controla lo que bebes. No olvides que las calorías también se beben y más rápido de lo que se comen. Además cuando bebes más de lo habitual todas tus inhibiciones y mecanismos de control serán más laxos y acabarás saltándote todos los límites que te hayas marcado en cuanto a las comidas. Con dos copas de más te parecerá correcto acabarte tu sola la bandeja de los polvorones.

Sube la proteína de la dieta (y reduce discretamente los carbohidratos). Es una regla solo para estos días. Empieza el día con un desayuno cargado de proteínas, por ejemplo, huevos o yogur griego. Según un estudio de la Universidad de Saint Louis, las personas que desayunan con huevos (pero no con bacon) pierden hasta un 65% más de peso que las que desayunan con pan, aún cuando el número de calorías sea similar. En las comidas y cenas es mejor que te hinches a comer gambas, salmón, pavo y pularda que pan, dulces, polvorones y turrón.