Álvaro Morte, más allá de La casa de papel: su historia de amor, sus dos 'ratones' y el cáncer que le cambió la vida

«No dejes que la verdad te estropee una buena noticia» es una frase que se atribuye erróneamente a la película 'Primera plana' (en realidad pertenece a 'La pícara soltera' de 1964) y que se podría aplicar a los inicios profesionales de Álvaro Morte.

El actor nacido en Algeciras hace 49 años y que tras pasar por series como 'Amar es para siempre' o 'El secreto de Puente Viejo' alcanzó una explosiva fama gracias a su papel de El Profesor en 'La casa de papel', no fue en realidad profesor de primaria de joven. Hubiera sido una genial coincidencia, pero fue tan solo un bulo en su página de Wikipedia que el propio Morte ha desmentido en varias ocasiones.

Por cierto que Morte no es su verdadero apellido. El nombre completo del actor es Álvaro Antonio García Pérez, pero le cogió prestado el nombre artístico a una amiga. Esa es una de las cosas que sí son ciertas sobre él, como que es fan de Rosalía, que le encanta salir a correr, que es poco amante de los lujos y que pese al gran momento profesional que atraviesa ahora, ha pasado por malos momentos donde apenas podía pagar el alquiler.

El intérprete español, que tras poner punto y final a su etapa en 'La casa de papel' se ha embarcado en ambicioso proyectos internacionales como 'La rueda del tiempo', presenta ahora un nuevo trabajo en la gran pantalla: 'Immaculate'. Se trata de una película estadounidense de terror psicológico que protagoniza con la que sin duda es una de las actrices del momento, Sydney Sweeney.

Pero más allá de su alabado trabajo en cine, teatro y televisión, Álvaro Morte es un hombre modesto, con una larga y discreta historia de amor, además de ser un dedicado padre de dos hijos que son su auténtica pasión. También sufrió un grave diagnóstico hace unos años que estuvo a punto de cambiarle la vida. Vamos a repasar todo ello a continuación.

Como a Helen Mirren o a Bryan Cranston, la fama a lo grande le llegó tarde a Álvaro Morte. Pasaba ya de los 40 años cuando se encontró, de pronto, con un personaje al que medio planeta reconocía por la calle. El Profesor ha logrado lo que él más aprecia: el cariño de la gente.

Ese cariño en casa se lo proporciona la que es su pareja desde hace años, la madrileña Blanca Clemente. Estilista y diseñadora de profesión, salen juntos desde 2014. Durante este tiempo tan han sido socios en lo profesional, fundando juntos la productora de teatro 300 Pistolas.

En lo que no destaca la compañera de vida del actor es en sus dotes como pitonisa. Según reconocía Álvaro Morte en una entrevista con 'El País', poco antes de conseguir el papel que le cambiaría la vida, ella le dijo: «Sabes que ya no vas a pegar un pelotazo, que eso queda reservado para los veinteañeros, y tú seguirás haciendo secundarios estupendos el resto de tu vida».

Álvaro y Blanca son padres de dos mellizos a los que el intérprete llama cariñosamente «sus ratones» y son sus mayores tesoros. Con ellos disfruta siempre que puede de salidas al campo y la parejitas se suele en el Instagram de Álvaro cada vez que llega el día del padre.

Alto, joven, deportista, rostro de campañas de moda... Álvaro Morte parece actualmente la viva imagen de la salud, pero hace unos años debió enfrentarse a un duro trance médico. Los médicos le diagnosticaron hace unos años un liposarcoma, un tipo poco habitual de cáncer que se origina en los tejidos grasos del cuerpo.

Fue durante una entrevista en la cadena Ser cuando el actor se sinceró sobre la gravedad de aquel momento. «Me dijeron que me cortaban la pierna o que no sabían cuánto me quedaba», dijo el gaditano sin tapujos.

Aunque finalmente todo tuvo un final feliz, aquel drástico momento llevó a Álvaro Morte a replantearse muchas cosas. «Cuando te dan una noticia de este tipo, te lo puedes tomar de muchas formas. Eres completamente libre de tomártelo como quieras. Tienes todo el derecho de sufrir», afirmó frente a los micrófonos antes de realizar una pequeña critica a una idea que no comparte.

«Últimamente hay una corriente con la que yo no estoy nada de acuerdo que dice que, si tú crees que te vas a curar, te curarás, que seguro que vas a ganar la batalla», reflexionaba el actor. «El enfermo ya tiene bastante con lo que tiene y quien tiene que luchar por salvarlo es el médico. No podemos volcar la responsabilidad de que te cures o no en si estás más o menos animado, o si te lo tomas mejor o peor».