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Protocolo para aprovechar al máximo el gimnasio

Sabemos que el gimnasio, además de su función, ha pasado a ser un lugar de tertulia y postureo. Echa un vistazo a este protocolo que te aconsejamos que sigas al pie de la letra.

Hablar por teléfono en el gimnasio se sale del protocolo. / gtres

SILVIA TORRES

Todos los sitios, también el gym tienen normas de conducta y cierto protocolo sencillo de seguir (solo tendrás que fijarte en que hacen, y sobre todo, que no hacen los demás). Es importante que cumplas las reglas porque los gimnasios suelen ser espacios muy concurridos donde la gente está concentrada en lo suyo y hay gran cantidad de aparatos, no es tan difícil sufrir o provocar un accidente, por ejemplo. O molestar sin notarlo a otra persona.

Protocolo de gimnasio

  • Recoge el material cuando termines de entrenar y llévalo a su sitio. No dejes las cosas en cualquier parte porque puedes alterar el entrenamiento de otras personas que no la encuentren en su sitio o que se puedan tropezar con una mancuernas por el suelo o con un step en medio de su camino.

  • No acapares. Sabemos que los gimnasios están super poblados a determinadas horas pero eso no te autoriza a acaparar el material que crees que vas a necesitar privando a otras personas de utilizarlos. Normalmente se entrena por series y entre serie y serie hay descanso. En ese tiempo otra persona podrá utilizar esa máquina que tienes ocupada con la toalla.

  • No suspires ni emitas ruidos guturales y gruñidos. Es un gesto muy masculino que debe estar relacionado con algún rito ancestral. Todos hemos visto a esos señores que se ponen más peso del que aguantaría una persona normal para justificar hacer ruidos y gestos raros durante el entrenamiento. Así se aseguran toda la atención del personal que de paso no podrá concentrarse en su entrenamiento.

  • No descanses ocupando una máquina. La tentación es muy grande, quedarse sentado descansando y echar un vistazo al estado de la cuestión en Facebook. Pero ese descanso productivo para ti impide que otro pueda usar ese puesto que tienes ocupado. Así que levántate y descansa en otro sitio.

  • Cuidado con los selfies. Sabemos que estas encantada de conocerte, pero no es el caso de todos los que están en el gimnasio contigo y que ahora mismo están reflejados en ese espejo que sirve de foto al selfie que has colgado en Instagram. Estás violando la intimidad de mucha gente

  • Darse la putivuelta por la sala. Es posible que tu jornada de gimnasio sea también una forma de fomentar tu vida social o hasta de ligar. El problema es siempre el mismo, claro, puede ser que para el resto de la humanidad el gimnasio sea solo un sitio para entrenar y no tenga demasiado tiempo ni para charloteas ni para ponerse románticos. En fin que es mejor que no molestes demasiado o que quedes en el bar de enfrente. Tampoco es buena idea flirtear con el entrenador …¡está trabajando! En serio.

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