Mindfulness para aliviar el estrés infantil

Colegio, actividades extraescolares, exámenes, deberes, celos, relaciones personales... Son muchas las razones que pueden llevar a los niños a padecer estrés, lo que puede acarrear consecuencias para la salud. El estrés es una respuesta fisiológica al miedo que desencadena una serie de reacciones químicas biológicas que, sostenidas en el tiempo, provocan disfunciones permanentes.

Es curioso, pero ya en los sesenta un curioso corto animado de apenas 9 minutos realizado por Disney mostraba con un lenguaje sencillo lo que sucede en el cuerpo con el estrés.

Las personas que comprenden su cuerpo pueden también estimular cambios positivos y controlar sus nervios y sus miedos, disminuyendo el estrés. El mindfulness es una técnica que lleva a trabajar la relajación de forma consciente de modo que dota a quien lo practica de herramientas para mantener el control en situaciones extremas.

En el caso de los niños y adolescentes, les puede ayudar a enfrentarse con tranquilidad a los exámenes o a afrontar los cambios de su vida con naturalidad. El mindfulness puede considerarse como una pausa mental en un mundo sobrecargado de estímulos y de distracciones, con lo que, además de llevar a la calma, favorece la capacidad de concentración. Estos pueden ser algunos recursos útiles:

1. Mascota 'mindful': Se puede crear una mascota de mindfulness como elemento motivador para los niños. Desde Mindala proponen una rana, porque ayuda a explicar que las ranas están tranquilas y atentas en el lago. Los niños sólo tienen entonces que intentar imitarlas. Además, tienen una postura similar a la que se utiliza para hacer las prácticas de mindfulness. Como no, toda mascota debe tener su nombre y es importante que lo elijan los propios niños para que empiecen a familiarizarse con ella.

2. Eduyoga: El juego de yoga para niños 'Eduyoga' cuenta con cuatro tarjetas de respiraciones diferentes que además de divertirles les lleva a respirar de forma consciente y profunda sin necesidad de iniciar un trámite aburrido de inspiración y espiración.

3. Mandalas naturales. La primavera es una estación ideal para salir a pasear, así que ese puede ser el primer paso para hacer mandalas naturales. Se trata de recoger en la playa o en el campo piedrecillas, palitos, flores, hojas y otros elementos para luego crear en casa mandalas en familia. Se trata de crear una estructura geométrica circular atentos a cada paso que hacemos, en silencio, y con una música suave de fondo. Prestando la máxima atención a los detalles. Después, podemos sentarnos alrededor de nuestro mandala de la naturaleza para observar sus colores, su forma y su belleza.

4. El botón de la pausa y el rincón de la calma: Ambas propuestas son creaciones mentales para el niño. Se trata de realizar respiraciones profundas en un entorno relajado y meditando mientras se le relata a los niños un cuento en el que descubren en su interior un botón que les lleva a la calma o un hermoso jardín a cuya puerta dejan su mochila repleta de problemas o preocupaciones para pasear por él con libertad. Realizando estos ejercicios de forma periódica, los niños podrán acudir a estos recursos cuando se encuentren enfadados o preocupados y la consecuente calma les ayudará a ver los problemas desde otro punto de vista.