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Cosas buenas que pasan si haces dieta de iPhone

El uso racional del móvil en tu día a día hará que aumente tu valor profesional, tu autoestima y la confianza que otros depositan en ti.

Una mujer habla por teléfono en el trabajo. / GTRES

SILVIA TORRES

¿Te has llegado a angustiar si, por lo que sea, un día olvidas el móvil en casa o en el trabajo? ¿Sientes que usar el móvil a menudo te desconcentra a la hora de emprender otras tareas? Ha llegado la hora de ponerse a dieta, pero no de comida, sino de iPhone (esto vale para cualquier otra marca de smartphone). Los expertos aseguran que son muchas las ventajas de dosificar el uso del móvil en tu día a día, pero estas tres son, sin duda, las más inmediatas:

1. La gente te imita. Si durante una larga reunión de trabajo, de unas cuatro horas, dejas el móvil en el bolsillo del bolso y no lo consultas ni una vez, la persona que esté trabajando contigo tampoco hará uso del suyo ni se dedicará a mirar la pantalla mientras trabaja. La gran ventaja es que la reunión será más corta y seguro que más eficiente.

  • Moraleja: Trabajar con el teléfono lejos de aumentar la productividad la ralentiza. No pasa nada por tardar media hora en responder los emails.

2. La gente habla más contigo y te presta más atención. O quizás esté mejor expresado que lo que sucede es que eres tú la que estás más atento a lo que sucede en el mundo y a la interacción con los demás. Se pierde la sensación de multitarea y el agobio de tener muchos frentes abiertos y no poder cumplir ninguno con todas las garantías. La gente siente que les prestas más atención y sonríe más, escucha mejor y tienen mejor disposición a cooperar. Tu, por tu parte, lo entenderás todo a la primera y tus habilidades cognitivas mejorarán bastante porque estás más concentrada. Lo de tener los cinco sentidos divididos entre el teléfono y la realidad es más duro de llevar de lo que parece.

  • Moraleja: Dejar el teléfono guardado mientras trabajas hace que la gente sienta que la aprecias y respetas.

3. La gente confía más en ti. Sin una pantalla que te distraiga eres a los ojos de tus jefes una persona más fiable, pues estar constantemente pendiente del móvil puede ser un signo de dispersión, falta de concentración y hasta de interés en lo que se está tratando en el trabajo. No te das importancia al hacerlo, sino todo lo contrario. Usar el teléfono mientras uno habla con otra persona te hace parecer a sus ojos menos fiable y empático y, en el ámbito laboral, poco profesional.

  • Moraleja: Dejar el teléfono apartado en el trabajo mejora tu carrera y tu relación con los compañeros.

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