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Tiempo también para ti

Entre el trabajo, los niños y las obligaciones, has abandonado tu afición preferida. ¡Cuidado! Renunciar a demasiado solo te llevará a la insatisfacción y la hostilidad hacia tu pareja.

Leer a solas para dedicarte un tiempo a tí misma / Fotolia

Isabel Menéndez
ISABEL MENÉNDEZ

Mujeres y hombres tenemos a diario multitud de tareas que debemos realizar. Trabajamos, cuidamos de los hijos, de la casa, de la pareja y, en ocasiones, de nuestros padres. En esa ajetreada vida también debería haber un hueco para los hobbies, actividades que nos gustan, nos relajan, alimentan nuestro ser y tienen que ver con nosotros mismos, con cómo somos y cómo nos sentimos. Conviene encontrar un equilibrio entre lo que hay que hacer y lo que nos gusta.

Leer, viajar, hacer deporte, ir al cine, bailar, pintar... nos hacen la vida más placentera. Podemos compartir algunas actividades con la pareja, otras no. ¿Sabemos defender nuestro ocio? ¿Renunciamos a él más que los hombres? Y, si es así, ¿por qué lo hacemos? ¿Causa eso malestar en la pareja?

Si el reparto de tareas domésticas es injusto, se genera tensión en la relación.

Sí, nosotras renunciamos más a las aficiones porque asumimos más tareas domésticas y familiares. A menudo, esta situación promueve una queja contra el hombre. En el último siglo, hemos cambiado de vida. Hemos accedido al mercado laboral, hacemos lo que podemos para conciliar y hemos conseguido independencia y una vida más plena.

Hemos conquistado muchos territorios, pero hemos pagado por ello. Ganamos menos que los hombres y seguimos haciendo más tareas domésticas. Lo primero se debe a leyes injustas y a un imaginario colectivo que atribuye al varón más valor. El problema de las tareas domésticas tiene su origen en leyes psicológicas internas que hay que revisar.

Las mujeres se culpabilizan cuando algo no funciona en el ámbito familiar. Creen que sus ambiciones se enfrentan a lo que las mujeres de otras generaciones les dejaron grabado. Esa exigencia, que proviene de haber interiorizado un modelo demasiado rígido, crea tensión en la pareja. Corresponde a una imagen idealizada de la mujer, como una madre capaz de resolver los infinitos problemas prácticos del hogar. Cuando ella responde a ese estereotipo, el hombre, por lo general, se deja hacer; quiere ser cuidado al estilo infantil.

En la búsqueda de la igualdad, quizá hemos tenido que renunciar a cosas. La cuestión es que esas renuncias no sean importantes y que se repartan de forma justa. Los hobbies son necesarios para que ambos se sientan bien consigo mismos y con el otro. Y también se tendrían que cuidar las aficiones compartidas. Cuando los niños son pequeños, queda poco tiempo libre, pero cuando crecen se pueden retomar.

Qué nos pasa:

  • Las tareas se acumulan y no hemos rescatado tiempo para lo que nos gusta, más allá de la familia.

  • No nos concedemos el derecho a cuidarnos y relajarnos y ello nos lleva a estar incómodas y sentirnos mal. La relación de pareja se deteriora.

  • Si te has quedado sin tiempo para ti, te arriesgas a vivir insatisfecha; y a transmitirlo a los que te rodean.

  • No se trata de caprichos, sino de actividades saludables que repercuten en nosotras, en la pareja, y en nuestros hijos.

Cuando él sí tiene tiempo

Raúl ha llegado de trabajar a las 19,30 h. Ha cogido la bicicleta y se ha ido a dar una vuelta. Después tiene tenis. Maite se ha quedado en casa. Está cansada. Su hija Lucía, de nueve años, ha traído a una amiga. Les preparará la cena y después esperará a Raúl para cenar juntos. Pero él se retrasa.

Renunciar es elegir, es necesario; pero no cuando nos empobrece.

Mientras espera, Maite se empieza a sentir incómoda y enfadada. Ella ya no juega al tenis; incluso ha dejado la gimnasia, que le venía muy bien. También ha perdido vida social y ha renunciado a sus hobbies desde que nació su segunda hija. La conciliación se le hizo muy difícil, pero la niña se acerca a la adolescencia y creía que podría retomar algunas actividades.

Maite es la mayor de cuatro hermanas y siempre cuidó de las pequeñas. Su madre dejó de trabajar, pero siempre lo lamentó. Maite, muy apegada a su padre, se siente inconscientemente culpable de la ambivalencia que siente hacia su madre, a la que recuerda en una queja permanente.

Ella siempre tuvo claro que trabajaría. Se siente culpable por haber logrado lo que su madre no pudo hacer, y también presionada a hacer, como ella, todo lo que corresponde a la casa y a sus hijas. No se cree con derecho a pasarlo bien. Mientras espera a su marido, piensa que ha renunciado a sus hobbies porque ha priorizado estar con sus hijas y su trabajo. Pero ha llegado la hora de retomar un poco de tiempo para ella y va a hablar con Raúl para reorganizar sus vidas.

Renunciar es elegir, perder una cosa para ganar otra, decidir. Nos pasamos la vida perdiendo el pasado para ganar el futuro y eso es lo que nos permite vivir en el presente. Perdemos la infancia y ganamos la juventud. Si no renunciamos a ser jóvenes, no podremos vivir bien la madurez. Hay que saber perder para poder ganar.

Pero cuando la renuncia se convierte en algo que nos empobrece, probablemente esconda miedos que no nos atrevemos a enfrentar. Se puede renunciar a los hobbies que nos enriquecen por falta de tiempo, por amor a los hijos y a la pareja, pero también por desamor a una misma.Se puede rebajar el tiempo de una actividad, o suprimirla por un periodo, para repartirlo con la carrera familiar, maternal y amorosa, pero no habría por qué abandonarla si es importante y sabemos que nos hace sentir mejor.

Qué podemos hacer:

  • El espacio de libertad no se pide, se conquista.

  • Desde el principio de la convivencia, hay que acordar el reparto de tareas y las aficiones. Y revisar el acuerdo según cambie la situación.

  • Habla con tu pareja si te sientes molesta, teniendo claro qué te impide hacer lo que deseas.

  • Si te sientes más sobrecargada, sentirás hostilidad hacia él. Pero responsabilizarle es ponerse en una posición infantil.

  • Revisa los modelos con los que te has identificado: madre, abuela...

21 de marzo-19 de abril

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