Rebelión en los Oscar y en los César: no a los abusadores

Ahora, gracias a las redes sociales, los fans del cine pueden mostrar abiertamente su rechazo a comportamientos que no han de ser refrendados con premios. Y está pasando tanto en los premios César como en los Oscar con Roman Polansky, Casey Affleck (hermano de Ben) y Mel Gibson.

El primer triunfo de las protestas, llevadas a cabo sobre todo por colectivos feministas, se ha cobrado la renuncia del director Roman Polanski, nombrado por la Academia presidente de honor de la ceremonia de los inminentes Premio César, a pesar de haber reconocido que, en los años setenta, drogó y violó a una niña de 13 años. Gracias a su fama, el director ha logrado que este crimen quede impune, pero la comunidad del cine feminista no olvida. En un par de días, la artista Clémentine Vagne logró reunir más de 60.000 firmantes que pedían su destitución.

Tampoco bajan tranquilas las aguas de los Premios Oscar, donde dos nominaciones validan de alguna manera comportamientos que no han de ser aceptados en sociedad. Casey Affleck, candidato al premio a Mejor Actor por 'Manchester frente al mar', fue acusado de acoso sexual y comportamiento inapropiado por dos compañeras de rodaje, la productora Amanda White y la directora de fotografía Magdalena Gorka, con las que trabajó en el rodaje de “I'm Still Here”. Mel Gibson tiene una larga trayectoria misógina y racista, con episodios de violencia de género incluida. Ha sido nominado a Mejor Director. Y las mujeres en internet rugen.

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