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El SEPR, el síndrome que explica todas las rupturas

El síndrome del estrés post romántico es el que está detrás del fin de casi todas las relaciones de pareja.

SILVIA TORRES

El amor, como todo en la vida, evoluciona, cambia y llega un momento en que el romance sobre el que se construyó la pareja pierde fuerza. Pare entonces se supone que ya deben haber surgido otros lazos que justifiquen tu elección. Pero si eso no ha sucedido habrá una mañana en la que te despiertes y compruebes que ese señor que ronca a tu lado no es un príncipe azul y que además de roncar se está quedando calvo y se ha metido en la cama con los calcetines puestos, por ejemplo… Ese día habrás empezado a sufrir los primeros síntomas de SEPR (Síndrome de Estrés Post Romántico), que marca el declive del amor romántico.

Si todo ha ido bien, la relación debe haber evolucionado del amor romántico a lazos más duraderos, sólidos y calmados, pero si no ha sido así la falta de "romanticismo" y un poco de drama mezclado con pasión y hormonas acabarán con tu relación.

Construir relaciones duraderas implica pasar del romance al compañerismo

El Síndrome de Estrés Post-Romántico no está descrito en los manuales oficiales, pero cualquier terapeuta de pareja sabría describirlo con precision.

Fue la materia de estudio de uno de los libros más vendidos en Estados Unidos, ' Post-Romantic Stress Disorder: What to Do When the Honeymoon Is Over' (HCI)', cuya traducción sería: 'Trastorno del estrés pos romántico: ¿Qué hacer cuando la luna de miel ha terminado?'.

"La triste realidad es que la mayoría de parejas se convierten muy pronto en las víctimas de la propia biología que las unió en un primer momento", explica el psicólogo John Bradshaw, autor del libro. "Cuando estás inmerso en la primera oleada de amor tu cerebro está repleto de compuestos químicos que generan ganas de tener sexo todo el rato y te distraen de las imperfecciones de tu pareja", añade.

La mayoría de las parejas se convierten pronto en víctimas de la propia biología que las unió en un primer momento"

john Bradshaw

Finiquitada esta fase -el amor romántico –que dura entre 12 o 18 meses– la realidad se impondrá: nada es tan perfecto ni tan idílico como parecía en los inicios. "Esto no significa ausencia de amor", explica Bradshaw, "pero es como si el hechizo desapareciera de repente. Ya no quieren hacer el amor a diario, ni cuentan los minutos para estar juntos". Este es el momento en que la mayoría de las parejas experimentan el SEPR. Las más sólidas lo superarán pronto, porque les compensará otras cosas que han ido construyendo en la pareja, pero para otros sera un calvario que acabará en la destrucción de la pareja.

Lo que explica Bradshaw es que el amor romántico siempre es efímero porque la biología se encarga de que el estado de enamoramiento no dure para siempre, pues sería peligroso para su supervivencia y la de su prole. La creencia de que la pasión desenfrenada debe ser el cimiento de una pareja es un error que te llevará de cabeza a sufrir un ataque de SEPR. "Se trata de una idea errónea que causa muchísimo dolor, pues es casi imposible que el amor romántico sobreviva en el tiempo", revela. La única forma de construir relaciones duraderas reside en saber hacer la transición del romance al compañerismo, creando un amor duradero, con suficiente cantidad de sexo que, siempre será, asegura el psicólogo, menor que en los primeros tiempos de la pareja.

21 de marzo-19 de abril

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