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Puede que exista una carrera entre amigas, entreKendall Jennery Bella Hadid, por disputarse el más difícil todavía sobre la alfombra roja de Cannes. El año pasado fue Bella quien concitó todos los flashes con aquel inolvidable y arriesgado vestido rojo de XXX. Este año es Kendall quien se lleva la foto de la edición gracias a dos vestidos que descubren el siguiente tabú que el vestuario femenino tiene ya ganas de derribar: no mostrar el pecho.
La mayor de las Jenner-Kardashian apareció sobre la 'red carpet' de la exclusiva fiesta que cada año ofrece la firma de joyería Chopard, una cita secreta solo para VIPs, con un mínimo vestido de Alexandre Vauthier, apenas un velo metálico y brillante sobre su cuerpo. Bajo esta especie de reelaboración de una cota de malla, Kendall se limitó a ponerse ropa interior color “nude”. Más mínimal imposible. Más revelador para un acto público, tampoco.
El 'look' de Vauthier ya es suficientemente potente como para entregarle a Kendall el título de “naked dress”, pues nadie se atreve de momento a ir tan lejos como ella en cuestión de desvelamiento corporal. Sin embargo, no fue ese el único vestido que jugó a revelar los pezones de la modelo: ayer, ya sobre la alfombra roja del festival propiamente dicho, la modelo llevó un vestido de la colección de alta costura otoño/invierno 2017-2018 de Schiaparelli totalmente transparente. Un sueño de tul de seda blanca que vuelve a colocarla como la 'celebrity' que mejor luce estos diseños tan arriesgados.
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