habla por primera vez, tras su muerte

Ayanta Barilli, la hija escritora de Fernando Sánchez Dragó, habla sobre su padre: «En casa no nos lo tomábamos tan en serio»

Sólo 15 días después de la muerte de Sánchez Dragó, Ayanta Barilli presenta su nuevo libro Si no amaneciera, la despedida novelada de un padre y su hija. Hablamos con ella de la especial relación que siempre mantuvieron.

Ayanta Barilli, con su padre, Fernando Sánchez Dragó, en la presentación de la primera novela de la autora. gettyimages.
habla por primera vez, tras su muerte: Hablamos con Ayanta Barilli sobre su padre, Fernando Sánchez Dragó
María José Barrero

Han pasado 15 días desde que Fernando Sánchez Dragó falleció a causa de un infarto y su hija, Ayanta Barilli, afronta la primera entrevista para presentar su nueva novela, Si no amaneciera (Planeta). Parece cansada pero serena, y asegura que está viviendo «un luto intenso, pero de color blanco. Mi padre, que vivió tanto tiempo en Oriente, siempre dijo que el luto es blanco, no negro como aquí. Y eso marca una diferencia».

«Cuando alguien ha perdido a un padre recibe, no sé, unos 50 pésames», reflexiona la hija del escritorfallecido. «Pero en mi caso, y lo digo con todo el afecto, ha sido una avalancha. En estos días, lo único que he echado de menos es no tener la intimidad para poder llorar y el recogimiento que uno necesita. Pero quiero agradecer sus muestras de afecto a tantas personas que han mostrando su dolor por esta pérdida».

Barilli tiene claro que en esta promoción va a hablar más sobre Sánchez Dragó que sobre su nueva novela: «Eso me lleva pasando toda la vida, estoy acostumbrada», afirma con una sonrisa. Y reconoce que, en estos días, no ha podido leer nada de todo lo que se ha escrito sobre su padre, «ni bueno ni malo, nada. Me he mantenido completamente al margen. Esta es la primera entrevista que hago desde que ha ocurrido».

Ayanta Barilli presenta su nueva novela, «Si no amaneciera». Carlos Ruiz B.

Él, sin embargo, sí tuvo tiempo de leer el nuevo libro de Ayanta, Si no amaneciera. La novela es, precisamente, la larga despedida de un padre y su hija, a lo largo de 24 intensas horas en las que ambos repasan sus vidas. Una historia en torno a la familia, el amor y la lealtad. «Le gustó mucho, le emocionó. Evidentemente, es una historia de ficción, pero todos los escritores utilizamos vivencias personales», afirma la escritora, que en el libro aborda «todas las dificultades que puede haber en esa relación tan compleja, pero también la vejez y ese desapego que he notado no solo en mi padre, sino en muchos mayores, que se van yendo antes de irse».

Mentiras, secretos, sexo y literatura

Barilli dice en su última novela que «los hijos estamos llenos de mentiras y los padres, de secretos», pero reconoce que, en su caso, esa afirmación era menos cierta. «Siempre he tenido una relación muy sincera con mi padre: con él podías hablar igual de sexo que de literatura. A veces, los hijos conocen de verdad a sus padres cuando ya no están, pero yo siempre he intentado estar muy atenta a eso. Primero porque la figura de mi padre siempre me ha parecido interesantísima y habría sido un desperdicio no conocerle profundamente. Y, segundo, porque me quedé huérfana cuando tenía 10 años y él era mi figura paterna y materna».

«He vivido una gran relación con él, siempre muy viva, muy buena», señala la escritora y periodista. «Hemos tenido la suerte de tener unos intereses comunes y, por lo tanto, siempre hemos estado en una permanente conversación y debate, en un intercambio de ideas y emociones».

También de ideas políticas. Porque si de algo se ha hablado en los últimos tiempos ha sido del apoyo de Sánchez Dragó a Vox y su participación como ideólogo en la moción de censura de Ramón Tamames. «Mi padre era una persona que estaba en contra del sistema por definición. Cuando estaba Franco, estaba en contra de Franco. Cuando llegaron otros partidos, estaba en contra de esos partidos. Ésa ha sido la tónica de su vida. Mi padre era fundamentalmente, y sé que esto no se entiende muy bien, escritor. De hecho, en su último discurso para los Premios Castilla y León, que escribió pocos días antes de morir, dice y repite varias veces: «Soy solo un escritor». Y estar en contra del sistema te da muchísimo material literario», reconoce su hija.

En «Si no amaneciera», Ayanta Barilli relata la despedida de un padre y su hija./Carlos Ruiz B.
Imagen - En «Si no amaneciera», Ayanta Barilli relata la despedida de un padre y su hija./Carlos Ruiz B.

A su juicio, «entre padres e hijos siempre va a haber algún tipo de incomprensión en cuestiones como la política, porque somos de generaciones distintas y con experiencias muy diferentes. Es lo que me pasaba a mí con mi padre. Yo no estaba de acuerdo con sus ideas políticas en absoluto, y lo digo con todo el respeto democrático».

«Seguramente lo estamos politizando todo y mi padre estaba jugando a eso también. Cuando su madre era muy mayor y ya estaba despidiéndose, le miraba y decía: «Ay Nano, Nano, contigo llegó el escándalo». Eso es lo que define a mi padre; ése es el contenido de toda su obra, de los 10.000 artículos que escribió y de sus libros», reflexiona Ayanta Barilli. «Quizá hemos perdido también el sentido del humor y nos lo tomamos todo muy en serio. A mi padre en casa no nos lo tomábamos tan en serio».

El empujón de su padre que la animó a escribir

Jjunto a Sánchez Dragó publicó Ayanta su primer libro, «Pacto de sangre«, en 2013. «Lo escribí obligada por él. Yo estaba enfrascada en mi trabajo, en la radio, en la crianza de mis hijos... Y él, como buen padre, viendo que no me arrancaba, me dijo: «Vamos a escribir esto juntos». Son dos cartas: una de él a su hijo recién nacido y una mía a mi padre. Gracias a él, entendí que podía escribir. Era el impulso que necesitaba». Luego llegaron «Un mar violeta oscuro», en la que Barilli reconstruye la historia de su familia materna y con la que quedó finalista del Premio Planeta en 2018, y «Una mujer y dos gatos», publicada en 2021.

Si Sanchez Dragó consideraba que Ayanta era «la bendición de su vida», su hija piensa «que hemos sido una bendición el uno para el otro». «Ha sido un privilegio que me llevara de la mano en lo que a las lecturas se refiere y poder hablar de libros con él de esa manera. Era muy divertido. Cuando hablaba, una cosa le llevaba a otra, y a otra... Su saber se convertía en un juego de espejos que no se acababa nunca, como dos espejos enfrentados que llegan al infinito».

«Mi padre era como esos dioses orientales que tienen mil brazos y mil caras, porque podía contar mil historias, porque podía exagerarlas o cambiarlas... Daba igual si lo que contaba había sucedido o no. Era un gran contador de historias y con eso nos bastaba a todos en casa, sobre todo a mí», explica la novelista.

Sin embargo, nunca le pidió consejo sobre literatura. «A él no se lo podías pedir, porque le parecía una auténtica idiotez. Decía que nadie podía dar consejos a nadie. Leyó mis novelas sólo una vez editadas. Jamás se las he dado antes, porque quería mostrarle el trabajo terminado».

Actriz y periodista, Barilli se lanzó a la literatura tras escribir con su padre «Pacto de Sangre».. Carlos Ruiz B.

Fernando Sánchez Dragó, por su parte, le dio a su hija Ayanta, cuando solo tenía 17 o 18 años, un papelito con los 100 libros que debía leer. «Me fui comprando estos libros poco a poco, en italiano, porque yo estaba viviendo entonces en Italia. Los sigo teniendo y ocupan el lugar que más me gusta en mi biblioteca. La lista, escrita en un papel costroso, empezó a pasar de mano en mano; me la pedían mis amigos y yo hacía fotocopias. Hasta que se deshizo, pero tuvo una larga estela».

De los libros de su padre, Ayanta destaca «Gárgoris y Habidis, una historia mágica de España», que Sánchez Dragó publicó en 1978. «Lo leí por primera vez el verano pasado, porque pensé en que tenía que leerlo antes de que muriera. Es un libro extraordinario, pero para entenderlo en su totalidad necesitas haber leído. Estaba esperando para disfrutarlo y me gustó muchísimo. Yo le acompañaba en los viajes que hizo cuando lo estaba escribiendo. Íbamos a Las Hurdes, el Camino de Santiago... Gran parte de ese recorrido por la España mágica lo hice con él, cuando yo tenía menos de 10 años».

¿Y ha sido difícil encontrar un hueco en la literatura a la sombra de su padre? «Es que nunca me he planteado esto. Es algo que se plantean los demás y creo que de un modo muy intenso. Me he sentido una compañera de viaje y su hija. Y, desde luego difícil no ha sido, he sido muy afortunada, más allá de mis cualidades como escritora. La sombra me parece, más que nada, un chorro de luz».

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.