Carmen Machi, Nathalie Poza y Pilar Castro sacan la Furia que llevan dentro en su nueva serie: «Una mujer enfadada es una loca y un hombre es sexy»

Carmen Machi (Madrid, 1963), Nathalie Poza (Madrid, 1972) y Pilar Castro (Madrid, 1970) no han olvidado el día en el que el cineasta Félix Sabroso les habló de sus respectivos personajes en Furia, la serie que se estrena este 11 de julio en HBO Max y en la que también participan Cecilia Roth y Candela Peña.

«Es un retrato con mucho humor y crudeza de la sociedad en la que estamos atrapadas. Es una producción caleidoscópica, porque, a través de las cinco protagonistas, entramos en mundos que todos conocemos, donde hay mucho desamparo», cuenta Nathalie Poza, quien interpreta a Adela, alguien que no tiene trabajo y está a punto de ser desahuciada junto a su anciana madre.

«Todas ellas viven fuera del sistema, intentan incluirse en él y no lo consiguen», detalla Pilar Castro, que se pone en la piel de Vera, una mediática cocinera, que se ve obligada a cerrar su negocio gastronómico por culpa de las críticas en las redes sociales de un experto.

«En definitiva, son mujeres que llegan al estado de furia por las circunstancias, pero que no son ningunas histéricas, porque, hoy en día, te puedes sentir traicionada, humillada o desplazada con facilidad. Y, claro, explotan hasta llegar a límites insospechados», detalla Machi, quien encarna a Marga, una artista muy esnob cuyo marido, Roberto (Alberto San Juan), directivo de televisión, está liado con Tina (Claudia Salas), la asistenta, a la que ha dejado embarazada durante su relación extramarital.

El personaje de Candela Peña es Nat, una dependienta de alta moda que se ve amenazada cuando la empresa renueva la plantilla. Cecilia Roth, la última de este fantástico grupo de actrices, es Victoria, una intérprete olvidada del cine erótico de los 70 que sueña con su regreso pero que, cuando se da la ocasión, en realidad es engañada. Todas ellas sacan a la justiciera que llevan dentro, dispuestas a todo ante situaciones límite: la extorsión, el engaño o la manipulación. Hacemos algún spoiler si avanzamos que los espectadores encontrarán tiros, incencios y hasta un asesinato...

MUJERHOY. ¿Cómo han recibido el papel?

CARMEN MACHI. Muy positivamente. Tiene un nivelón de escritura espectacular. ¡Muy divertido! Félix [Sabroso] es un gran director de actores, tremendamente culto y con una gran agilidad mental.

NATHALIE POZA. Teníamos ganas de trabajar juntos. Le hubiera dicho que sí sin, incluso, leer el guión. Cuando un director te quiere, es muy agradecido. Él es un hombre aparentemente impregnado de humor, pero le duele mucho la vida porque está en ella.

PILAR CASTRO. Tiene un mundo muy actual y apetecible para una actriz. Cada personaje está lleno de aristas y contradicciones.

La serie habla de la furia, ¿cómo la gestionan?

PC. Haciendo teatro. Expresar las emociones con el cuerpo es muy terapéutico y me gustaría ponerlo en práctica con adolescentes. Yo aguanto mucho, porque me han enseñado a sostener, pero cuando ya no puedo más...

CM. No llego al estado de furia con facilidad, aunque tengo sangre siciliana y un carácter muy mediterráneo. Yo, antes de saltar, me entristezco. La decepción es un sentimiento muy fuerte, porque no tiene solución, genera tristeza y te desubica. A mí me enfada mucho más cuando atacan a alguien que quiero. Ahí es cuando pierdo la prudencia.

NP. He empezado a decir «hasta aquí» hace poco. A mis 53. Ha sido cuando he tomado decisiones difíciles y he reimaginado radicalmente la realidad. Hay que amarse a uno mismo por encima de todo, si tanto queremos cambiar lo que nos rodea. Pero, si no eres capaz de tomar la decisión quizás más difícil que pasa por dejar atrás muchas cosas, es fácil convertirse en una víctima.

¿Os habéis tomado la venganza por vuestro lado?

PC. Yo soy clara, cuando tengo que enfrentarme a algo, lo hago.

¿Creéis que el ser humano es violento por naturaleza?

CM. No sabría si violento, pero hay algo de agresividad en los niños cuando se enfadan o rompen algo. Puedes perder la paciencia con ellos. El ser humano muchas veces se defiende desde la agresividad, pero también creo que lo hace desde el amor.

NP. No considero que lo seamos por naturaleza, pero somos la única especie que estúpidamente destruye el único medio en el que se puede vivir y eso no lo hace ningún animal ni ninguna planta...

PC. Creo que no somos violentos por naturaleza. Lo que pasa es que nos estamos deshumanizando. El hecho de ver al otro y comprender te hace menos violento, pero atravesamos un momento de mucha individualización.

Furia podría ser un muestrario de algunos arquetipos de cómo se enfadan ellas. ¿Por qué una mujer con carácter es insoportable y un hombre es alguien con determinación?

PC. Es una forma de quitarnos el poder. Siempre nos han dejado de lado. Una mujer enfadada es una loca y, en cambio, el hombre es sexy. Las mujeres envejecen; los hombres maduran. Eso es algo que siempre lo hemos tenido que vivir.

NP. Nos pasa cada día que nos levantamos y la sociedad nos recuerda que cumplimos años, que tener menopausia es como una enfermedad. Yo, además, soy una mujer que vive sola.

La serie es una sátira de la estupidez humana, que también habla de la necesidad del éxito en un sistema decadente...

NP. Los que nos dedicamos a este tipo de profesiones tenemos que estar muy atentas a las historias que nos montamos. Gestionar el ego es tomar conciencia de uno mismo y de cómo se conduce en el día a día. La euforia caótica de estar presente es la única forma de vivir. En el momento en el que anticipamos futuros imposibles es cuando empieza todo el lío. El miedo al futuro nos destruye.

PC. Mi trabajo es algo natural para mí. No presumo de ser artista. Y, a ver, yo no soy Carmen Machi. No tengo ese nivel de popularidad. Eso sí, la gente es amable y cariñosa conmigo.

CM. Yo me olvido de la popularidad. ¡No vivo con ella! ¿Que todo el mundo conoce esta cara? Pues sí, pero ya está gestionado.

El personaje de Cecilia Roth habla del edadismo, de una industria que penaliza a la mujer que cumple años...

PC. Por eso, Furia es una resonancia magnética de este mundo un tanto loco, porque va a lo profundo. Ahora hay más papeles para mujeres de nuestra edad. Tenemos muchas historias que contar. Yo tengo trabajo, pero soy consciente de que le han dado mucho otro a las nuevas generaciones...

CM. Es una realidad. Soy muy consciente. Conozco a mucha gente que lleva dos o tres años sin trabajar. Y las nuevas generaciones vienen pisando fuerte...

Carmen, ¿cómo lleva el hacer castings pese a su larga carrera?

No he hecho ninguno en la vida. Solo hice una videollamada con Icíar Bollaín para la película Maixabel.

He leído que le gustaría trabajar en Hollywood...

No, he dicho que me hubiera gustado trabajar con Marlon Brando...

Pero dijo con un director concreto. ¿Era Spielberg?

Ah, no, ¡Scorsese!

Me temo que con él no le quedaría más remedio que hacerlo...

Yo, encantada. No es que no quiera, sino que se da así.

Acaba de rodar la película de Aída, el personaje por el que se convirtió en uno de los rostros más famosos de España.

Paco León ha preparado una película buenísima. Ha evitado lo evidente y ha jugado bien con todos los elementos que tenía. Estoy feliz de haber participado en ella.

Ejerciendo la profesión, ¿recuerdan por qué querían ser actrices?

CM. Yo no tengo ni idea de cuándo me di cuenta. Creo que me venía dado desde el útero. Sabía que iba a suceder. Por mi propia timidez, me refugiaba en hacer de otro y me gustaba. El placer de mentir...

PC. Me tragaba todo lo que sucedía en mi mundo interior y lo necesitaba expresar. Crecí viendo cine. Mi abuela me llevaba a dos sesiones y mi padre, a la zarzuela.

NP. Sí, estaba clarísimo. No me acuerdo de en qué momento tomé la decisión, pero desde pequeña tenía claro que me gustaba salir a escena.

Furia registra un punto de angustia vital, donde las protagonistas viven momentos en los que se plantean tirar la toalla. Tanto en la realidad como en la ficción, ¿se puede volver a empezar?

NP. Siempre se puede tomar la decisión radical de seguir vivo.