giras verdes

Así va a ser la gira sostenible de Coldplay (y sus cuatro esperadísimos conciertos en Barcelona)

Coldplay, la banda de Chris Martin, ha llevado su compromiso de sostenibilidad a sus conciertos, impulsando un movimiento imparable. ¿Puede la música en directo ser altavoz del cambio, sin dejar emisiones?

Chris Martin, líder de Coldplay, en uno de sus conciertos sostenibles. instagram coldplay
giras verdes: Así va a ser la gira sostenible de Coldplay (y sus cuatro esperadísimos conciertos en Barcelona)
brenda chávez

Coldplay, la banda británica liderada por Chris Martin, anunció a finales de 2019 que no volvería a dar conciertos hasta encontrar un modelo más respetuoso con el medioambiente. Ese día llegó el pasado 18 de marzo en San José, Costa Rica, donde inició su tour mundial Music of the spheres, que pasará por Barcelona, donde batirá el récord de llenar cuatro días el Estadio Olímpico entre el 24 y el 28 de mayo.

Su objetivo es reducir un 50% sus emisiones de CO² respecto a la gira de 2016-2017. «Nos emociona volver a tocar delante de todos vosotros. Al mismo tiempo, somos conscientes de que el planeta se enfrenta a una crisis climática», explicaron en un comunicado los miembros de una de las bandas que mantiene vivo el pop en grandes recintos. El grupo está recurriendo a energías renovables, sistemas para aprovechar la energía solar, suelos cinéticos que se cargan con los saltos del público, baterías recicladas recargables, comida local y vegetal, coches eléctricos para los artistas y plantan un árbol por cada entrada vendida.

«Coldplay es un referente en temas medioambientales –comenta Celia Ojeda, responsable de consumo sostenible en Greenpeace–. Son siempre muy cuidadosos y están concienciados. Hablar de una macro-gira sostenible puede sonar contradictorio, pero es muy positivo que las grandes personalidades sean conscientes del impacto que tienen sus actos e intenten buscar soluciones. Además, son un altavoz muy potente: cuando la gente va a sus conciertos observan alternativas e incluso se pueden convencer de usar envases reutilizables o moverse de manera más sostenible, a pesar de que los científicos, los medios de comunicación y las ONG se lo decimos a diario», señala.

Para aplicar a los conciertos estrategias de reducción del consumo energético, lo primero es identificar en qué se utiliza la energía y de qué forma. «Coldplay aplica distintas soluciones para reducir su uso y eso es ejemplar. Está muy bien que la producción sea de energías renovables, en el mismo lugar donde se realiza el concierto. Lo principal es que posean sistemas de autoconsumo y puedan acumular energía durante varios días. Esa es la dirección en la que debemos ir. Otras cuestiones, como el salto cinético, son más anecdóticas. Pero quizás puedan ayudar a que se tome conciencia», opina José Luis García Ortega, responsable del área de clima de Greenpeace.

Los desplazamientos en avión suponen un gran impacto energético en este tipo de giras internacionales. En Music of the spheres, la primera opción es contratar vuelos comerciales y limitar los vuelos privados (o chárter), y su combustible proviene sólo de desechos y residuos, según alegan, lo que contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (responsables del calentamiento global) un 80% si no se mezcla con combustible fósil. «Lo fundamental es evitar vuelos innecesarios, sobre todo en distancias cortas donde exista una alternativa ferroviaria», apunta García Ortega.

«Coldplay está haciendo un gran esfuerzo para comprender y reducir sus emisiones», señala Antonio Cañas, director de Greenize Projects, consultoría especializada en grandes eventos y socio de Zap Concepts, cuyo fundador, Paul Schurink, fue contratado por la banda para codiseñar su gira mundial. «Han decidido arriesgarse y pasar a la acción; tratan de visibilizar el cambio climático dentro del sector musical e inspirar un cambio de hábitos. Son conscientes de que cualquier evento genera impactos y de que no van a poder controlar absolutamente todo. Lo transmiten así, con honestidad y transparencia», afirma.

Imagen del concierto de Coldplay en Buenos Aires. instagram coldplay

Un objetivo clave de sus conciertos es minimizar el plástico. Por eso habilitan puntos para la recarga de agua gratis, algo que ya practican festivales españoles como el Rototom Sunsplash. «La gente podrá ir con su botella reutilizable. Esto evitará miles de botellas de plástico y fomenta el uso de envases reutilizables», aprecia Ojeda.

En esa línea, emplean pulseras LED y confeti sostenible: «Estas medidas me generan más controversia, porque al final no dejan de ser elementos de un solo uso. Podrían buscar una alternativa mejor o, directamente, no usarlos. Muchas veces lo biodegradable no se degrada por completo ni se gestiona correctamente», añade.

Según Powerful Thinking –antes conocida como la Green Festivals Alliance– en Inglaterra, donde el sector de los festivales es similar al español, se generan 23.500 toneladas de basura al año en ellos. Es decir, 2,8 kilos por asistente al día. Sus tasas de reciclaje rondan el 32%. En 2017, un informe de Waste 360 estimó que el Festival Coachella en Estados Unidos creó 107 toneladas de residuos al día y solo un 20% se reciclaron.

«Espero que quienes asistan a los conciertos de Coldpay sean conscientes de ir hasta allí de manera sostenible, llevar su comida o su botella y devolver el vaso de aluminio que usen en el evento para que pueda reutilizarse en otro concierto por otra persona y tenga una gestión eficiente», opina Ojeda.

Santi Carrillo, crítico musical y director de la revista Rockdelux, agradece los gestos ambientales del grupo: «Generar energía bailando para alimentar las luces o la amplificación puede ser divertido. Evidentemente, se han informado y quieren darle una vuelta a los conciertos para posicionarse y ganar una imagen eco-friendly mundial, lo sean o no sus seguidores. Eso también genera impacto comercial, no sólo en su música sino en las marcas alrededor de su gira. Es un compromiso importante para una banda de esta envergadura y no tenían necesidad de hacerlo, supongo que es por convicciones personales. Además, pueden generar una moda, o una tendencia, de mayor compromiso con la sociedad y el medio ambiente. Sólo espero que realmente lo hagan desde el corazón».

Otras estrellas de la música comprometidas con el medioambiente

No son los únicos. En 2015, 300 artistas y profesionales creativos –desde el desaparecido David Bowie a Björk, Damon Albarn, Chrissie Hynde o los propios Coldplay– suscribieron una carta reclamando un acuerdo ambicioso en la Cumbre del Clima de París.

La campaña de la industria musical británica Music Declares Emergency, con más de 3.000 firmas –entre ellas las de Billie Eilish, Arcade Fire o Radiohead–, pide una política de mayor calado frente al cambio climático y compromisos para reducir los impactos del sector. También Brian Eno fundó la iniciativa EarthPercent para concienciar a los profesionales de la música. Con ella, recauda fondos para apoyar iniciativas con impacto transformador que combatan la crisis climática.

La cantante Billie Eilish lleva el mensaje a su ropa: «No hay música en un planeta muerto».
Imagen - La cantante Billie Eilish lleva el mensaje a su ropa: «No hay música en un planeta muerto».

Pero hay otros grupos como Massive Attack que han ido incluso más allá. Desde 2019, el Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático usa los datos de su última gira con el propósito de idear un plan para toda la escena musical con propuestas dirigidas a músicos, gestores, productores de tours, agentes y mánagers.

En España, los eventos de música en vivo supusieron una facturación neta de más de 333 millones de euros en 2018, como indica la Asociación de Promotores Musicales. La música en directo supone un alto porcentaje de los ingresos de los artistas, en general más humildes que los británicos, lo que puede hacer pensar que dar pasos sostenibles queda fuera de su alcance.

«La sostenibilidad no sólo implica medidas ambientales, sino también mejorar los aspectos sociales. Ambos deberían ser la base de cualquier evento. La pandemia ha puesto en valor lo mucho en que nos apoyamos en la música y lo poco que cuidamos a quienes la hacen posible. Aplicar criterios sostenibles en conciertos y festivales debería formar parte de nuestra forma de entender el mundo y la cultura», comenta Cañas.

Festivales de música más sostenibles

En nuestro país se celebraron en 2019 más de 890 festivales, según el Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. España ocupa el primer lugar en Europa como destino de viajes a estos eventos. Un sector que ha crecido un 70% anual en los últimos tres años, según Spain Live Music.

Actualmente, la Green Music Initiative ayuda a compartir herramientas, guías, recursos y capacitación sobre eficiencia energética en los festivales de 24 países europeos. Por su parte, la campaña inglesa Vision 2025 persigue reducir un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero de los festivales británicos para 2025, en línea con los objetivos de la Ley de Cambio Climático de Reino Unido.

Aunque comparten características con las giras, las necesidades y consumos de los festivales son distintos. El análisis de su huella de carbono debe incluir todas sus fases: preproducción, producción y postproducción. Su resultado puede ser empleado como un indicador ambiental, o una referencia, para establecer medidas de mejora.

Las emisiones derivadas del consumo de energía son la mayoría de sus emisiones directas. Las indirectas derivadas de los desplazamientos de los asistentes, de los artistas y trabajadores, suponen un alto porcentaje de las emisiones totales y calcularlas es más complicado. Además, también se generan emisiones indirectas a través de las cadenas de suministro de sus proveedores, por los desplazamientos o por la producción de bebida, comida o materiales. Contabilizarlas es aún más complejo e implica establecer criterios sostenibles para la contratación.

Imagen de la edición de 2022 del festival Rototom Sunsplash. DR

El Primavera Sound es uno de los festivales de que ha decidido acometer medidas para disminuir su impacto ambiental. Entienden la sostenibilidad como un eje transversal estratégico a tener en cuenta en todas sus actividades y niveles: «En el contexto actual, consideramos justo y necesario priorizar por igual el eje ambiental, el social y el económico. Aplicar medidas medioambientales es una cuestión de corresponsabilidad con las generaciones futuras y una forma de ser consecuentes con nuestros valores y nuestra capacidad de alcance», dice Mirian Torres, su coordinadora de sostenibilidad.

Entre sus objetivos anuales están mejorar la eficiencia energética, reducir emisiones y residuos, promover transportes colectivos, usar más materiales reutilizables y reciclables, fomentar la inserción laboral de colectivos en riesgo de exclusión, elaborar campañas de sensibilización y dar visibilidad a bandas locales en Primavera Pro. «Somos conscientes y autocríticos en cuánto a los límites que existen para un evento de gran tamaño como el nuestro. Aún así, seguiremos comprometidos con el desarrollo sostenible y abiertos a seguir mejorando, intentando servir de ejemplo», asegura Torres.

La guía española Festivales de música y agenda 2030 comparte buenas prácticas nacionales y ofrece un plan de acción para adaptarlos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Pero sobre todo, insiste en que cualquier estrategia o Plan de sostenibilidad debe ir acompañado de un seguimiento y de la medición de los impactos con indicadores, así como elaborar un informe con los resultados tras cada edición, para así conocer en detalle sus consumos y reducirlos, como hace Coldplay. Todo gran camino empieza por un pequeño paso.

Temas

Música
HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.