la princesa de park avenue
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La serie 'Sexo en Nueva York' llegó a la pequeña pantalla en 1998, y su éxito fue tal que 25 años después seguimos recordando – y queriendo – a esas cuatro amigas que nos hacían partícipes de sus aventuras y desventuras de amor, sexo y amistad. Una de sus protagonistas era Charlotte York, el personaje al que daba vida la actriz Kristin Davis, y que nos enamoró con su inocencia, su elegancia y su particular sentido del humor. Pero antes de interpretar a Charlotte, la vida de Kristin Davis ha estado marcada por historias de superación que han conformado su carrera y personalidad.
Kristin Davis nació en Colorado el 23 de febrero de 1965. Creció con su madre y con su padre adoptivo, Keith Davis. La familia se trasladó a Columbia cuando su padre fue trasladado por trabajo a esa ciudad. Kristin siempre quiso dedicarse a la actuación. Estudió interpretación en la Universidad de Rutgers y se graduó en interpretación en la Escuela de Teatro Clásico, para luego mudarse a la ciudad de Nueva York y comenzar su carrera como actriz de publicidad y teatro.
Su primer gran oportunidad le llegó con la serie 'Melrose Place' en 1995, donde interpretaba a Brooke Armstrong. Sin embargo, el personaje no llegó a encajar entre el público y acabó yéndose de la serie. Tres años más tarde llegó 'Sexo en Nueva York' y el personaje de Charlotte, con quien estuvo ligada durante seis temporadas, dos películas y la secuela de la serie 'And Just Like That', que estrena ahora su segunda temporada.
Antes de saltar a la fama en 'Melrose Place', Davis vivió uno de los episodios más oscuros de su historia. Cuando aún no era famosa, la actriz fue adicta al alcohol y, de hecho, aún se define como una «alcohólica en recuperación». A diferencia de su personaje en 'Sexo en Nueva York' que es una amante de los Cosmopolitan, Kristin Davis no ha probado una gota de alcohol en todo lo que lleva de carrera profesional.
La fama de niña buena que precede a Charlotte también definía la imagen que Kristin Davis daba en sus ambientes durante su primera juventud. Sin embargo, mientras todo el mundo a su alrededor pensaba que su vida era ejemplar, Davis convivía con una adicción al alcohol. Todo empezó, como ella misma ha contado en alguna ocasión, como un acto de rebelión frente a sus padres que nunca bebían nada de alcohol, pero acabó por convertirse en lo que nunca ha dudado en clasificar como enfermedad.
Su vocación de actriz fue lo que le impulsó a salir de esta situación. Los continuos estados de embriaguez y las resacas casi diarias no eran viables si lo que quería era triunfar en el mundo de la interpretación. La bebida se convirtió en su vía de escape para huir de la presión que le suponían sus estudios, hasta que se dio cuenta que no le hacía ningún tipo de bien y que, tarde o temprano, iba a destruir su vida y su sueño. Eso la empujó a pasar una temporada en rehabilitación y a no volver a probar el alcohol desde entonces.
Una de las míticas frases de Charlotte York es aquella de: «Llevo quedando con chicos desde los 15, estoy exhausta. ¿Dónde está?», pero esta frase no identifica para nada a Kristin. De hecho, como confirmó en una entrevista para The Telegraph, ella siempre ha tenido claro que nunca se quería casar, aunque sí que ha tenido alguna pareja a lo largo de su vida. Lo que sí que comparte con su personaje es el instinto maternal, y es madre soltera de dos niños adoptados, Gemma Rose, de 11 años y Wilson, de 5 años.
Si bien los comentarios sobre su maternidad no han supuesto mayor conflicto para Kristin, que está feliz y orgullosa de sus hijos, sí que han sido más problemáticos los que se han hecho sobre su aspecto físico. La vuelta de tres de las cuatro chicas de 'Sexo en nueva York' con 'And Just Like That' provocó un aluvión de comentarios negativos en redes sociales sobre su cara. Ella no tiene reparos a la hora de admitir los tratamientos a los que se ha sometido y que los resultados no han sido satisfactorios siempre, y como comenta en la entrevista de The Telegraph, eso le ha supuesto mucho dolor, especialmente ante la crueldad de comentarios ajenos.
Primero vino un tratamiento de botox y, después, fueron los rellenos. Si bien con el primero no tuvo mayor problema, el resultado de los otros tratamientos no fueron del todo como deseaba, y fue eso lo que, sumado a las críticas ajenas sin empatía, más afectó la salud mental de la actriz. Con el paso del tiempo, sin embargo, todo esto ha dejado de importarle tanto.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.