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Hasta 16 edificios de diseño vanguardista son la carta de presentación del London Design District, una nueva zona en la península de Greenwich que bien merece la visita. Sus espacios, que albergan a creadores de todas las disciplinas, llevan la firma de los estudios de arquitectura más destacados de Europa, incluidos los españoles Selgas Cano (con sede en Madrid) y Barozzi Veiga (en Barcelona). (designdistrict.co.uk).
Lo que en su día fue el comedor del palacio de Justicia del distrito de Clerkenwell un edificio del siglo XVIII hoy parece el salón de una villa italiana en perfecta decadencia. Techos altos, paredes de yeso, columnas, chimeneas, grandes ventanales y obras de arte incluso en el techo son la seña de identidad del Sessions Arts Club. Su carta, basada en ingredientes de proximidad, fusiona la cocina inglesa, francesa e italiana. Pero no está al alcance de todos: amparándose en la calificación de edificio protegido, sus propietarios solo permiten cruzar su puerta roja a los clientes mayores de edad. (sessionsartsclub.com)
Y sin tener que pisar la calle. El aclamado chef plant-based Matthew Kenney acaba de abrir su nuevo restaurante en la segunda planta de los míticos almacenes Selfridges, en Oxford Street. Una cocina mindfulness adesse significa estar presente en latín, para disfrutar con los cinco sentidos aquí y ahora de platos que reinterpretan las recetas tradicionales de una manera imaginativa. Para beber, nada mejor que uno de los múltiples vinos orgánicos que ofrece su carta. (matthewkenneycuisine.com/adesse).
En pleno barrio de Mayfair, el mejor para avistar celebridades y a la alta sociedad inglesa, el encantador hotel The Connaught esconde tras una cortina de terciopelo rosa un deslumbrante bar homenaje al extraordinario talento de las mujeres artistas. Su barra de ónix rosa o una mesa junto a la chimenea de mármol, presidida por una obra de la francesa Louise Bourgeois, son el lugar perfecto para disfrutar de sus imaginativos platos y cócteles.(the-connaught.co.uk/restaurants-bars/red-room/).
Ubicado en pleno Leicester Square, The Londoner es un resort urbano consagrado al lujo y el bienestar. En sus 16 plantas cuenta con una zona wellness, un cine y un club privado con espacios exclusivos para huéspedes. La joya es su suite Penthouse de 200 m2 con vistas, a las que añadir una cesta de bienvenida de Fortnum & Mason, gabardinas Burberrys para la estancia y pijamas de seda de Olivia Von Halle que poder llevarse después a casa. (thelondoner.com).
Porque nunca hay suficientes hoteles en Londres, en abril abrirá sus puertas The Twenty Two. Situado en la céntrica Grosvenor Square (que ha recobrado nueva fama viral gracias a la serie Los Bridgerton), esta mansión eduardiana contará con 31 habitaciones y suites diseñadas todas ellas por la interiorista Natalia Miyar. Con una particularidad: no hay en dos iguales. Una razón suficiente para volver y volver... (the22.london)
Después de tres años de reformas, 70 millones de libras de presupuesto y el añadido de sus dos edificios adyacentes, la mítica sala de conciertos de Camden que fue inaugurada en 1900 reabre sus puertas esta primavera. Sus dueños prometen una experiencia musical única, por eso también habrá cabida para una emisora de radio, una pizzería, una biblioteca, una sala de piano, un estudio de grabación y salas privadas para escuchar vinilos. Todo ello, manteniendo la esencia del local en el que han llegado a actuar artistas como Madonna, Prince, The Rolling Stones, Kanye West o Amy Winehouse. (koko.co.uk)
Las láminas con los diseños de William Morris copan las cuentas de decoración de Instagram. Qué mejor experiencia que ver los originales y en el lugar en el que fueron creados: una encantadora mansión con jardín en el este de Londres. Allí se exponen hasta 600 de sus trabajos y 10.000 objetos que cuentan la historia y el proceso creativo de este maestro textil del siglo XIX que además fue arquitecto, traductor, poeta, novelista y activista político. Amigo de los prerrafaelitas, sus patrones florales se siguen empleando hoy. (wmgallery.org.uk)
Tras una discreta puerta georgiana encontramos Aire Ancient Baths, un oasis de luz y agua que resulta inimaginable desde la calle. Inspirado en los antiguos baños romanos, este laberinto de piscinas interiores climatizadas y salas de masaje iluminadas por la luz de las velas es el lugar perfecto para escapar del bullicio de la ciudad y relajarse tras un largo día de turismo. Solo o en pareja. (beaire.com/en/aire-ancient-baths-london)