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La medicina es una de las profesiones más vocacionales que existen, y en tiempos como los que vivimos, en plena pandemia, lo es aún más. Pero ser mujer y médico en nuestro país parece que conlleva un plus de dificultad, con pandemia o sin ella. Aunque más del 75% de los profesionales sanitarios en nuestro país son mujeres, apenas un 20% de ellas llegan a los puestos de mayor responsabilidad. Según datos del Ministerio de Sanidad, ellas cobran, de media, 10.000 euros menos al año, ocupan menos puestos directivos y sobre sus hombros suele recaer más la conciliación familiar y laboral; y todo ello a pesar de que en 2017 ya se colegiaron más doctoras que doctores. Algo tiene que cambiar y un buen primer paso para introducir esos cambios es que Luisa González se haya postulado para presidir la Organización Médica Colegial, un órgano que en sus 100 años de historia nunca ha puesto a una mujer al frente.
Luisa González es una de esas mujeres de currículum impecable. Gallega de nacimiento, está casada y tiene seis hijos, por lo que sobre las dificultades de combinar maternidad y carrera sanitaria sabe más que nadie. De lo que también entiende es de vocación, y de esfuerzo: a los 12 años ya tenía claro que iba a dedicarse a velar por la salud de los enfermos y para ello, ya de mayor, cursó la carrera de Medicina en la Universidad de Navarra. De que escogiera como especialidad la Anestesiología tuvo “la culpa” “un excelente anestesiólogo durante una cirugía cardiaca, en un verano de prácticas”, confiesa al tiempo que confirma que aún siente la misma pasión por su trabajo del primer día: “Esta especialidad, a veces poco conocida, engloba todos los conocimientos médicos, a la vez que requiere destrezas técnicas muy interesantes”.
Pero su vocación de servicio va más allá de velar por la buena salud de sus pacientes, también quiere cuidar por los intereses de sus compañeros de profesión. Por eso, desde septiembre de 2020 es vicepresidenta del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid y este año ha decidido dar el salto y postularse a la presidencia de la Organización Médica Colegial. Charlamos con ella de los retos que ha afrontado en su carrera y del nuevo reto que supondrá este cargo si gana las elecciones.
Las mujeres son mayoría en medicina en nuestro país, sin embargo los puestos directivos en Sanidad suelen estar ocupados por hombres, ¿como explica usted esta desigualdad?
La verdad, no me lo explico. Estoy convencida de que ha llegado la hora de romper esta brecha. La verdadera igualdad es la igualdad de méritos y aptitudes. Juntos, hombres y mujeres, somos mejores. La complementariedad natural entre ambos es garantía de éxito, en la profesión y en todos los ámbitos de la vida.
La mujer médico ha demostrado sus altas capacidades en gestión de equipos, sabiendo integrar voluntades y aunando la diversidad de criterio, con un estilo moderno y plural. La literatura científica se ha hecho eco de ciertas cualidades femeninas que van a ser clave en la Medicina del futuro, que es la Medicina del Cuidado, algo que la inteligencia artificial nunca podrá suplantar.
¿Qué referentes femeninos ha tenido usted a lo largo de su carrera profesional?
Mis principales referentes, desde que era residente, han sido mujeres extraordinarias como personas y como anestesistas. Me han contagiado su pasión y excelencia en el ejercicio profesional de la Anestesiología, a pesar de las dificultades añadidas a su condición de mujer y madre. Han compartido su ciencia conmigo con una generosidad sin límites. Siempre me han animado a compaginar un estudio continuo, con una actividad asistencial intensa y la dedicación a la familia. Es decir, a hacer el pino puente de la conciliación.
Lo mejor es que lo han hecho con gracia. Esto ha forjado entre nosotras una amistad profunda. Son anestesistas de bandera que siguen al pie del cañón en los tres hospitales en los que he trabajado.
¿Considera que la conciliación de la vida familiar y laboral es el principal escollo que tienen las mujeres en sanidad para avanzar en sus carreras y desarrollar todo su potencial?
La conciliación es una cuestión cactus, nadie se atreve a meterle mano. Como soy de puerto de mar te pondré un ejemplo marinero. Para que una barca no se hunda necesita dos remos que trabajen en la misma dirección. Un remo es la propia determinación, si crees que puedes, ¡puedes! El otro es el apoyo que te ofrezcan tus compañeros de vida y tu capacidad para involucrarlos. No podemos esperar a que los gobernantes nos den las soluciones, tenemos que construirlas nosotras, yendo por delante con decisión. Si quieres, puedes.
Es madre de seis hijos, ¿cómo ha vivido esa conciliación en su caso?
La he vivido como una aventura apasionante donde los motores han sido el amor y el sentido del humor. La clave está en que los que te rodean crean en ti y te apoyen. Es una tarea en la que hay que contar con los demás y huir del individualismo porque si no resulta imposible. Hay que echarle ganas porque no faltan los sinsabores. He aprendido que toda obra maestra tiene luces y sombras.
Es actualmente vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid y se ha postulado a la presidencia del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, ¿cómo se ha animado a dar este salto?
Me ha motivado cambiar las cosas. Llegar hasta aquí no ha sido fácil. La experiencia acumulada a lo largo de estos 25 años te da conocimiento. Esto unido al compromiso con los enfermos te da la fuerza para transformar. También me he animado reavivar los nobles ideales del médico y poner en valor nuestra identidad profesional.
Aunque llevo poco tiempo en el entorno de los colegios de médicos considero que estoy preparada para asumir este liderazgo. Quiero hacerlo con fuerza, firmeza y flexibilidad, facilitando alianzas y siendo instrumento para construir entre todos un modelo organizativo moderno y plural.
¿Qué tipo de iniciativas le gustaría llevar a cabo si la eligen como presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos el próximo día 27 de febrero?
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos coordina la labor que hacen todos los colegios de médicos de España. Su labor consiste en promover que cumplan su función pública de regulación de la profesión médica. Los colegios garantizan el prestigio del médico y el cumplimiento de nuestro código de conducta. Esto supone un nivel de exigencia que va más allá de la ley. Estas instituciones tienen un gran valor para la sociedad.
Me gustaría colaborar en el desarrollo de un nuevo modelo de organización más moderno, plural y operativo. Las iniciativas deben ser transparentes y buscar la eficacia, que nuestros objetivos se traduzcan en resultados positivos para todos los médicos. Tenemos que construir entre todos la sanidad que la sociedad nos está demandando, en este momento con más fuerza que nunca.
Es la primera mujer que se postula a este cargo y además lo hace en uno de los momentos más delicados que ha atravesado su profesión, en mitad de una pandemia, ¿siente que está abriendo una puerta al resto de mujeres de su profesión?
La verdadera libertad está al otro lado del miedo. La situación excepcional que vivimos nos desafía y pienso que todos debemos dar una respuesta personal a los retos del mundo.
Y me encanta tu pregunta porque es mi deseo destacar el papel de la mujer en la Medicina del siglo XXI. Es de justicia resolver la escasa representatividad dando más visibilidad a nuestro esfuerzo y dedicación.